sábado, 23 de octubre de 2010

23 - 10 - 10

Hace calor aquí. Se viene el verano. Recuerdo esos veranos con música y familia que tuve hace ¿8, 14, 20 años? Todo era falso, pero hay algo de verdad en esa falsedad. Mi alegría fue bastante real. Alegría de noche, verano y familia. Si tuviera que elegir una imagen para este recuerdo, elegiría el quinto piso del edificio Parque Japonés, en Antofagasta, comiendo aceitunas con amargo, viendo el Balneario Nacional iluminado, sobre todo en la semana de aniversario, adonde cantó incluso Juan Antonio Labra.

Pero estoy aquí, solito, contento de retomar mi blog nuevamente. Volver al blog es algo así como volver al sur; refrescante. Se preguntarán cómo puede ser refrescante una actividad relacionada con bits, información y cosas por el estilo. Bueno, los bits son el envase de un elixir delicioso que va por dentro, estimado lector, lectora o simplemente tú.

¿Estoy cansado? No sé. Es como el típico cansancio que sientes con la vida. Es como esa cosa de saber que te estas muriendo, pero seguir ahí firme con tus sueños y avanzando en esa dirección, a pesar del cansancio. Quizás una buena dieta ayude, o comer más vegetales, qué se yo.

He faltado a tantos compromisos ultimamente... creo que mi palabra está siendo cuestionada por los demás. No importa. Si me conoces, sabes que sigo siendo congruente más allá de mis incongruencias. Así que no te preocupes, te veré en otra ocasión, sorpresiva e inexorablemente. Y a ti también.

El viaje a Mexico y lo que se viene después de eso. ¿Quedaré seleccionado en Servicio País? ¿Terminaré todo el 2011 viviendo en algún pueblo frío cercano a Coyaique haciendo trabajos de salud comunitaria? ¿Me enamoraré en coyaique? Qué se yo, chico.

Volver al blog es refrescante porque es ese espacio íntimo que de alguna forma deseas compartir, pero con un cierto anonimato. Haz el intento de chatear con alguien que no conozcas. Puede que esa persona te empiece a contar los secretos que ni siquiera a su amigo o amiga más íntimos les cuenta. Como que te protege. Ahora bien, es mucho mejor cuando tienes ahí a alguien y lo miras y vas viendo qué cuentas y qué callas, que escuchas y que desescuchas. Por eso, no hay nada más fascinante que un cafecito conversado. ¿No te parece?

Y si alguien me cuestiona; cuestióneme, sufra. Tu sabrás mejor que yo, que las cosas van a cambiar, aunque probablemente no hacia donde tú ni hacia donde yo queramos. La vida es una barca y tu eres el capitán, más o menos desesperado, que a veces tomas el timón y a veces lo dejas ahí para ver las gaviotas pasar, aunque te estrelles contra qué se yo que iceberg. No importa; nada importa. Pero ojo, con una sonrisa ;)

Y así, pasa otro día más. Sigo transcribiendo, conociendo discursos y a personas a través de ellos. Sigo ahí, abandonándome y reencontrándome, al igual que con casi todas las personas que conozco. Sigo creyendo que hay una burbujita que compartimos entre todos y que tejemos entre todos, como si fuera un gran chamal; un chamal mapuche en donde cada hebra es una persona.

Será entonces, hasta la próxima amig@s!

1 comentario:

°°Janekeo°° dijo...

sí quedarás en el extremo sur y te enamorarás de una ovejita como tanto ansías enamorarte parece :/