viernes, 25 de abril de 2008

Mamás-Ratonas-Superlamedoras y la Epigenética

Les comparto unas reflexiones sobre algunas cosas que me quedaron después de participar en el Simposio de Psicopatología del Apego.




Les presento en primer lugar el concepto de la epigenética. Un investigador, Michael Meaney, estudió a unas mamás-ratonas que lamían mucho a sus crías y las comparó con otras mamás-ratonas que las lamían poco. Las ratitas bien lamidas tenían una respuesta más adaptativa a situaciones de stress siendo adultas.

Lo interesante es que en otro experimento, le pasaron a una mamá-ratona-superlamedora algunos hijos de la camada de una mama-ratona-escasamente-lamedora, y vice versa. Resulta que en cuanto a respuesta al stress, los hijos adoptivos de la madre superlamedora no se diferenciaban de sus hijos biológicos. Tampoco era posible distinguir a los hijos adoptivos de los biológicos en la mamá-ratona-escasamente lamedora.

Ahora bien, hay un gen particular que se traduce en una proteína captadora de serotonina en el hipocampo, lóbulo parietal. Si el gen es, por decirlo así, largo, el hipocampo de los ratoncitos capta más serotonina, lo que los haría más resistentes al stress. Si el gen es corto, los hipocampos de los ratones captan menos serotonina y se ven más perturbados por el stress.

¿Pero que pasa si estos ratoncitos bebés con genes de captadores de serotoninas cortos se los pasas a una mamá-ratona-superlamedora? Todos los ratoncitos, biológicos y adoptados, aparecen como resistentes al stress.

Entonces, hay un mecanismo de bloqueo de la expresión genética producto de la interacción del ratoncito gen corto con una mamá-ratona-superlamedora. La interacción evitó que se expresara el gen. Esto es un proceso bioquímico que se realiza en la parte promotora o de inicio de la codificación de un gen.

Si entendí bien, esto es la epigenética: la modulación de la expresión de un gen producto de una interacción del individuo con un ambiente (incluido el ambiente social) específico. Esto ocurre, en el caso del lamidok, en etapas críticas del desarrollo, en general en la infancia. Pasado el periodo crítico, los lamidos no influyen en la respuesta al stress.

Ahora bien, ¿esto solo ocurre en las ratas? Tiendo a pensar que no y que muchas de nuestras características especificadas en los genes se ven modificadas por nuestra ontogenia, nuestra historia de vida organismica.

Ahora bien, ¿cómo lamen las mamás humanas a sus bebés? Yo no sé de mamás que laman a sus hijos, pero algo he escuchado sobre interacciones sanas entre mamás y recién nacidos y la teoría del apego de Bowlby y todos su seguidores. Entonces, como la Dra Crtittenden lo plantea, la vinculación temprana puede compensar o anular los efectos de una genética deficiente en muchos casos. Cosa controvertida si piensas que nuestros genes determinan nuestra vida.

Ahora bien, si a las mamás-ratonas-superlamedoras se las depriva de alimento y estimulación en general, ¿creen ustedes que seguirán siendo tan superlamedoras? No, las mamás tienden a preocuparse más en alimentarse y sobrevivir que en lamer a sus crías. ¿Qué pasa entonces con las madres humanas en situación de precariedad?

Corolario: la pobreza y las condicones sociales favorables o desfavorables van modulando la expresión genética.

Mis saludos a Lamark y ándate con cuidado, Carlitos Darwin!

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