domingo, 1 de febrero de 2009

Talagante y las Gallinas

Esta mañana partí en mi bici desde República con destino a Talagante. Un viaje largo...

La ciclovía de la Alameda: recorrido fácil hasta Las Rejas, en donde la ciclovía desaparece en la vereda sur y aparece intermitente en las veredas norte, sur y centro. Decidí irme por la vereda norte, pero terminé tomando la autopista a Valpo. Tuve que salir por la rampa adonde salen los buses desde el metro Pajaritos.

Después de ese pequeño desvarío, me fui derecho, cual moto, hasta Maipú Centro. Sabía que no se puede llegar a Camino a Melipilla por Pajaritos porque están demoliendo todo el sector del cruce, así que me fui por Avda Sur hasta Tres poniente, pasando muy certa de mi tía P. y mi abuelito, el legendario Tata Pepe, diácono, camarógrafo, amigo del padre hurtado y de los militares.

Quise descansar en la Calle del Ferrocarril, en Villa Los Héroes, después de la hora cuarenta y cinco de pedaleo ininterrumpido. No sabía que en esa calle había una larga feria dominical. Por suerte vendían el chilenísimo mote con huesillos que refrescó mi mediodía.

Me fui por Pedro Aguirre Cerda, alias Camino a Melipilla, pasando peligrosamente cerca de la casa de mi mamá. Esa era más menos la mitad del camino. Seguí el largo camino recto hasta Padre Hurtado, Malloco y crucé el Camino al Oliveto, por donde puedes llegar al templo budista Fo Guang Shan.

Después me fui derecho cruzando todo el pintoresco y atmosféricamente descontaminado pueblo de Talagante. Llegué a la plaza. Ahí me tomé mi segundo descanso, pasadas ya 3 horas de pedaleo. Llamé a la señora Marta, quien me dió indicaciones para llegar a su hogar. Tuve que volver a llamarla unas 7 veces más para confirmar que iba por el camino correcto. No fue fácil pues no conocía Talagante y hay muchos caminos semirurales.

Después de cruzar un portón de bambús y de recibir instrucciones específicas para abrirlo (tampoco fue fácil), entre a un camino que se dividía en muchos. Un papel que decía "Eduardo <--" ensartado en una rama me ayudó a llegar.

Me estaban esperando con un gran almuerzo de domingo campestre para ciclistas cansados. Sopa de Tomates naturales más Charquicán con carne y muchas ensaladas, y sandía de postre. Una larga sobremesa de conversaciones sobre manifestaciones de la divinidad complementó lo delicioso del almuerzo. Después de la sobremesa, a caminar por el recinto.

Ahí supe que era un criadero de muchas aves distintas, especialmente gallinas ornamentales. Unas 20 razas de gallinas exóticas por lo bajo. No he revelado las veintitantas fotos que saqué, que incluyen un retrato de perfil de una gallina blanca gaspeada con negro con un copete ochentero y la cara morada... una gallina bien alienígena en realidad.

Tenían también pavos reales con perdices europeas, gallinetas y muchos pajarillos varios. También tenían maras, unos roedores entre liebres y pudús oriundos de la pampa argentina. Por último, cultivaban algas y peces de acuario.

Partí a eso de las 5 y media, agradecido y con la promesa de volver a conocer Isla de Maipo y pasar a ver a esta estimada familia. El regreso fue pesado: mis piernas sentían el peso de la fatiga y andaba a paso lento. Iba con cambios bajos y aún así me costaba pedalear. Tenía que llegar a Villa Los Héroes, Maipú, a tomar once con el Tata Pepe, a probar uno de sus inigualables mates con yerbas de algún lugar de argentina... o paraguay... o uruguay... o brasil y elegir entre los cientro treinta y tantos mates que conforman su colección. Pero escuché a Maestra Prudencia y sólo llegué a Ciudad Satélite. El regreso nocturno y exhausto por los peligros de Camino a Melipilla me hizo reconsiderar.

Y aquí me tienen, sano y salvo, aunque rostisado por los rayos UVb. Lección: para viajes largos en bici, usa siempre bloqueador. Fue un buen entremés para mi aventura por las tierras mapuches trasandinas que se me viene a fines de este corto mes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

es irresistibleeeee

galliiiiinnnnaaaaaassss!!!


amo las jaspeadas con copete, o unas chasconas crespas que se parecen a la cabeza de tu vieja (en buena claro) uuuhh en el sur donde irás estás las famosas gallinas "araucanas" que ponene huevos azules, y las gallinas colloncas que son unas sin poto jajaja en fin... aaayyy amo las gallinas , :'(


M