Al salir del doctor, tenía hora para rayos X. Después de pagar los MX$30, me dieron el comprobante y la orden. Llegué a Rayos X.
- Traigo una orden.
- Una solicitud de exámenes.
Me corrigió el radiólogo.calvo.
- Aquí no recibimos órdenes de nadie.
Miró a su asistente:
- Ha recibido alguna vez una orden mía?
- No, nunca (sonriendo)
- Y del lugar de donde vienen ustedes tampoco les gusta recibir órdenes, verdad? De adonde es usted?
- Chileno.
- Sabía que no eras argentino. Soy un detector de extranjeros.
Dijo esto con seriedad profesional, sin una pizca de caricaturización.
Me aplicaron los rayos X.
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