viernes, 10 de diciembre de 2010

El Norte y el Sur

En el Seminario "Lo culto y lo popular" realizado en la FACSO, fue invitado Moisés Chaparro, payador, a exponer sobre su disciplina en una mesa redonda. Como cierre del evento, él junto a Leonel Castro, otro payador, hicieron varios ejercicios de improvisación. Entre ellos, les dejo este en donde dialogan el Norte y el Sur. A mi parecer, fue una síntesis de muchas de las cosas que se hablaron en el seminario. Aquí se los dejo para su deleite.


domingo, 7 de noviembre de 2010

07 - 11 - 10: Camping - miedo - aquiescencia

Ya estamos a Noviembre. Mes de embrollos y de futuros posibles que se cubren con una densa bruma que me hace pensar si es que en realidad podemos tomar en serio lo que nosotros entendemos como futuro, o si bien, el futuro no es más que una proyección de deseos fantasiosa.

Cuando estas incertidumbres se toman mi organismo, la medicina evidente para mi es la tierra y la soledad. Y en concreto, un fin de semana de camping es una de las cosas que arreglan todo. Para celebrar el cumpleaños de la Alondra, mi querida hermana, que ahora tiene 6, conversamos en un consejo familiar si es que la llevábamos al MIM, a Fantasilandia o a acampar. En este congreso familiar me incliné vehementemente por la última opción, porque creo que a mi hermana le vendría bien conocer un poco de esta tierra en que vivimos, y porque en realidad yo también lo necesitaba.

Fuimos a Laguna Esmeralda, en Melipilla. Una laguna semi-artificial en donde se hacen deportes náuticos. Buena opción para familias, pero no para aventureros errantes, pero no me quejé, porque venía de todas formas siendo parte de mi familia. El hermano Edu.

En la laguna te podías bañar. El agua era clara, no fangosa, y si sabes nadar, la otra orilla te desafíaba a que llegues nadando. Me sentí orgulloso de poder resistir 1 minuto debajo del agua sin respirar. Ahí le enseñé a mi miedosa hermana a pasar las bollas y agarrarse de mi cuando me transformaba en una bolla humana.

Armé la carpa grande, dándole instrucciones a mi hermano y a R. (es la pareja de mi mamá, pero no le digan a nadie, ¿vale?). En esos momentos me sentí una especie de hermano mayor-boy scout-survival. Me sorprendió asumir ese rol en forma espontánea. La carpa quedó hermosa; una carpa grande con dos dormitorios y un living-comedor.

Al almuerzo: anticuchos. Había quincho y hicimos una cantidad de anticuchos que dudábamos que seríamos capaces de comernos. El fuego anduvo lento y nos moríamos de hambre mientras esperábamos que estuvieran a punto, tomándonos algunas de las veintitantas latas de "Escudo" que llevábamos. Sonó y sonó y sonó la música ochentera que ponía R. y mi hermano; música que no encuentra una disposición muy favorable en mi subjetividad, que relaciona productos culturales como la música, con momentos sociohistóricos particulares.

El regalo de cumpleaños de mi hermana: Una linterna de esas que se ponen como cintillo, tipo minero. La idea era salir de excursión en la noche, cuando esté muy oscuro. Mi hermana, miedosa como todo niño mamón, me tomó mi mano y fuimos juntos a ver si podíamos dar la vuelta a la laguna a eso de las 11 y media de la noche. Al principio la asustaba y le contaba historias de los "hombres gato" que aparecían haciendo un ruido entre un gato y un bebé, y que no sabía si eran buenos o eran malos. O de que si le aparecía un murciélago, tenía que tirarse al piso, porque estaba usando un polerón blanco y los murciélagos siguen lo blanco. Pero después me di cuenta que mi hermana estaba pasando por un trance de terror mientras ibamos júntos, así que regulé mis comentarios y me volví más realista: ¿Ese ruido? Deben ser unos pájados que vuelan por aquí. No hacen nada. Mira, allá está la luz de campamento y cosas así. Su mano pequeña nunca me soltó. Le dije que no tuviera miedo y que respirara profundo, que yo la iba a proteger. Debe haber sido una interesante experiencia de vida para sus cortos 6 años.

Esa noche dormí sin ningún colchón. Le cedí la goma eva a mi hermano y me adapté a la tierrita amiga.

El día siguente fue frío y nos sorprendió la lluvia. Tuvimos que desarmar la carpa lloviendo. Aproveché de tomar otro mate más y de comerme un pan con queso de verdad, cosa que por mi situación económica actual se vuelve un lujo. Lujo fue, en todo caso, todo este viaje.

Ahora estoy más tranquilo y con bastante energía para enfrentar esta segunda semana de noviembre, llena de más desafíos y de jugadas que hacer en este tablero de piezas que siempre se están moviendo. En realidad el futuro lo vamos haciendo en estos momentos.

jueves, 28 de octubre de 2010

La Clausura Suavizada del Galpon Victor Jara

Que luego de la repentina clausura del Galpón victor jara por Zalaquett, alcalde de Santiago el martes pasado, le suceda un "aro, aro, aro" de parte del gobierno local, no obedece a "un gesto de buena voluntad" sino a echar el poto pa' las moras cuando te has dado cuenta de que las estás cagando. Zalaquett se dio cuenta del condorazo que se mandó al posicionarse como enemigo frente a todas las ONGs, grupos de base y ciudadanos que convergen en este espacio local de encuentro que es la Plaza Brasil. Desde un punto de vista estratégico, el clausurar el Galpón podría haberle jugado muy en contra al municipio, que se constituiría como estímulo para la organización y unificación de objetivos de todos estos distintos grupos. Este tipo de situaciónes hacen que instituciones claves en la difusión de la auténtica cultura popular que emerge en Santiago sean aseguradas por miles de voluntades amigas, que se hacen presentes ya sea para celebrar o para combatir. En todas las acciones que se han hecho en estos dos días, Victor sigue vivo.

sábado, 23 de octubre de 2010

23 - 10 - 10

Hace calor aquí. Se viene el verano. Recuerdo esos veranos con música y familia que tuve hace ¿8, 14, 20 años? Todo era falso, pero hay algo de verdad en esa falsedad. Mi alegría fue bastante real. Alegría de noche, verano y familia. Si tuviera que elegir una imagen para este recuerdo, elegiría el quinto piso del edificio Parque Japonés, en Antofagasta, comiendo aceitunas con amargo, viendo el Balneario Nacional iluminado, sobre todo en la semana de aniversario, adonde cantó incluso Juan Antonio Labra.

Pero estoy aquí, solito, contento de retomar mi blog nuevamente. Volver al blog es algo así como volver al sur; refrescante. Se preguntarán cómo puede ser refrescante una actividad relacionada con bits, información y cosas por el estilo. Bueno, los bits son el envase de un elixir delicioso que va por dentro, estimado lector, lectora o simplemente tú.

¿Estoy cansado? No sé. Es como el típico cansancio que sientes con la vida. Es como esa cosa de saber que te estas muriendo, pero seguir ahí firme con tus sueños y avanzando en esa dirección, a pesar del cansancio. Quizás una buena dieta ayude, o comer más vegetales, qué se yo.

He faltado a tantos compromisos ultimamente... creo que mi palabra está siendo cuestionada por los demás. No importa. Si me conoces, sabes que sigo siendo congruente más allá de mis incongruencias. Así que no te preocupes, te veré en otra ocasión, sorpresiva e inexorablemente. Y a ti también.

El viaje a Mexico y lo que se viene después de eso. ¿Quedaré seleccionado en Servicio País? ¿Terminaré todo el 2011 viviendo en algún pueblo frío cercano a Coyaique haciendo trabajos de salud comunitaria? ¿Me enamoraré en coyaique? Qué se yo, chico.

Volver al blog es refrescante porque es ese espacio íntimo que de alguna forma deseas compartir, pero con un cierto anonimato. Haz el intento de chatear con alguien que no conozcas. Puede que esa persona te empiece a contar los secretos que ni siquiera a su amigo o amiga más íntimos les cuenta. Como que te protege. Ahora bien, es mucho mejor cuando tienes ahí a alguien y lo miras y vas viendo qué cuentas y qué callas, que escuchas y que desescuchas. Por eso, no hay nada más fascinante que un cafecito conversado. ¿No te parece?

Y si alguien me cuestiona; cuestióneme, sufra. Tu sabrás mejor que yo, que las cosas van a cambiar, aunque probablemente no hacia donde tú ni hacia donde yo queramos. La vida es una barca y tu eres el capitán, más o menos desesperado, que a veces tomas el timón y a veces lo dejas ahí para ver las gaviotas pasar, aunque te estrelles contra qué se yo que iceberg. No importa; nada importa. Pero ojo, con una sonrisa ;)

Y así, pasa otro día más. Sigo transcribiendo, conociendo discursos y a personas a través de ellos. Sigo ahí, abandonándome y reencontrándome, al igual que con casi todas las personas que conozco. Sigo creyendo que hay una burbujita que compartimos entre todos y que tejemos entre todos, como si fuera un gran chamal; un chamal mapuche en donde cada hebra es una persona.

Será entonces, hasta la próxima amig@s!

martes, 5 de octubre de 2010

Santa Filomena - Colina

Hace unos 3 días anduve por esta localidad en el sector oriente de Colina. Aquí algunas poquitas fotos:

Aquí yo le pedí a una mamá que me tomara una foto con los cerros de fondo.



Aquí un niño me pidió que también le sacara una foto a él.



Y aquí hay un cerro que lo cortaron para poner una carretera.


...

jueves, 9 de septiembre de 2010

Cheetos de Maní

Bueno, pues, aquí me tienen. Son las 23:16 y hace 5 minutos llegué a mi casita. Cansado de hacer un par de evaluaciones esta tarde, con algo de blues en el corazón, comiendome unos cheetos de maní, de esos que tienen un sabor incompleto y que te compelen e incitan a seguir comiendo para completar ese sabor, que nunca se logra. También con una lata de escudo de a medio a $600. Por último, un lujito para después: un queque de naranja que hacen los devotos de Krishna de Cummings.

Y aquí me tienen, escribiendo y con disposición a hablar y chatear y ver facebook y esas cosas que tiendo a hacer de noche, cuando estoy solo. Revisar mi correo y ver las citas que tengo para mañana; jugar una partida de Swords of the Stars o ver videos por ahí.

Servirle la comida a mis gatas, comer yo...

La tía me regaló un pebre bien picante, con un aroma a ahumado que está re bueno. Me estoy comiendo los cheetos con ese pebre.

Sigo esperando que me llamen de ese trabajo que me tiene tan esperanzado. Lukas... no digamos que es una motivación muy importante para mi en estos momentos, pero tengo deudas que pagar. Las lukas me van a servir para comprarme una propiedad y ponerla en arriendo. Desarrollar algún sistema económico que me genere ingresos suficientes para pagar mis cuentas mensuales y uno que otro lujito. Esto de trabajar para vivir, el castigo de Adán y Eva, creo qeu es una práctica que no se extenderá en un futuro no muy lejando en donde, si luchamos ahora, puede que nuestra existencia, nuestro estado o nuestra comunidad nos garanticen los elementos básicos para vivir sin pagar. Ese es mi sueño mientras mastico esos cheetos. En realidad quería unos doritos, pero no habían...

lunes, 30 de agosto de 2010

El Caso de los Huevos y la Bicicleta

Venía desde Recoleta a mi casa en bici, a eso de las 8 de la noche. Tenía 3 lukas y media hasta que me llegara el vale vista en Septiembre. Quería comprarme algunas cosas en un negocio vecino.

Compré 4 huevos, pan y un poco de arrollado. Andaba en bici y tenía que recorrer las 2 cuadras que separaban el almacén de mi casa. Al principio pensé en poner la bolsa con el pan en el cacho derecho del manubrio y los huevos con el arrollado en el cacho izquierdo. Tenía que ser cuidadoso con esos huevos porque eran mi alimento para el desayuno de mañana. Yaunque se me hubiesen quebrado, y aunque el precio de cada huevo todavía seguía siendo atraído por la gravedad de los $100, no podía dejar que se me quebrara ni uno solo. Si se me quebraba un huevo y no lo podía utilizar, ¿para qué lo compré entonces?. La sola idea de este absurdo me parecía insoportable.

Por eso me fui dando lentos pasos. Se cruzó una viejita en un carrito de sopaipillas. Caminé por la calle porque la vereda tenía ciertas irregularidades que hacían vibrar la bici, y vibrar los huevos, lo que aumentaba la posibilidad de una fractura y derrame del material viscoso, pero sabroso. Los autos venían en mi contra.

Entonces me acordé de un consejo que me dió una mujer, no recuerdo quién aunque me esfuerce. Me dijo: "mira, puedes tomar la bici con una mano". El truco estaba en tomar la bici desde el centro de manubrio con una mano y tienes la otra mano disponible, por ejemplo, para llevar la bolsa del pan y la bolsa de los huevos y el arrollado. En esa ocasión rechazé la propuesta porque me incomodaba tomar la bici con una mano y mantenerla estable, pero en esta otra situación, los huevos estaban puestos en juego.

Llegué de este modo a la puerta de calle de mi casa-depto. La cuestión ahora se ponía complicada: Tenía que 1. abrir la puerta de madera, 2. abrir la puerta de metal y mantenerla abierta (porque se cierra sola), 3. hacer pasar la bici, 4. Correr la bici y que se cerrara la puerta que se cierra sola y 4. subir la bici. Todo esto sin que se quebrara ni un solo huevo.

Luego de pensar rápidamente en alguna solución a este problema, se me ocurrió la idea de dejar los huevos en ese espacio que está entre la puerta de madera y la puerta que se cierra sola, justo debajo del medidor de agua. Pero esta opción implicaba que al entrar con la bici y que se cerrara la puerta metálica, los huevos y el pan quedaban relativamente expuestos a algún vagabundo hambriento que podría aprovecharse de mi esfuerzo por subir la bici para robarme el pan, los huevos y el arrollado.

He visto muchos vagabundos hambrientos ultimamente, así que me costó tomar la decisión final de abandonar el alimento a su suerte y hacer el movimiento para dejar de apoyar la puerta metálica, entrar la bici, pasar yo y que la puerta se cerrara detrás de mi. Lo hice y subí ráudamente los 30 peldaños, dejé la bici en el descansito y volví corriendo a buscar mi desayuno de mañana. Por suerte, todo estaba en su lugar.

Después de esta operación, me faltaba solamente: 1. abrir la puerta de mi departamento, 2. entrar con bici y las dos bolsas, 3. estacionar la bici dejándola apoyada en la pared y 4. Subir esos frágiles huevos a la huevera del refri. No es fácil tener la bici con una mano, mientras afirmas dos bolsas, una de ellas muy fragil y al mismo tiempo, insertas la llave en la cerradura, abres la puerta e impulsas la bici y la acomodas en el rincón.

Cuando logré realizar esa hazaña y cerré la puerta, ocurrió lo peor. No sé por qué en todo orden de cosas me pasa ese problema fatal, creo que es mi destino: Cuando estaba estacionando la bici con la bolsa en mis manos, al levantarla, siento el sonido de un golpe; era el cacho de la bici trizando el huevo que tenía que proteger.

Lo demás que ocurrió tuvo el signo de la fatalidad viscosa del huevo que se rompe en un lugar inadecuado: la clara inundando la bolsa verde de plástico, mojando el papel craft en donde venía envuelto el arrollado y mojando a su vez a los otros huevos. La yema también fluyó como sangre amarilla por el fondo de esa bolsa. Subí corriendo, pero con cuidado a la cocina. Pensé en salvar el huevo roto tirándolo a un sartén inmediatamente, pero no...

Ahora escribo este post para calmar mi angustia y comprender mejor mi error en el último momento, al igual que cuando tuve el accidente en La Campana; ambas, metáforas de mi catastrófica vida. Los huevos, cuando vives sólo, se comen en díadas. Al eliminar un huevo, eliminas la dupla. O sea que probablemente el desayuno de mañana sea de tres huevos en vez de dos... O sea que no voy a tener huevos para el desayuno de pasado mañana. Tampoco puedo guardar el huevo huacho para ese desayuno, porque el esfuerzo por freirlo, con el gasto de aceite, gas y sal vuelven absurdo el cocinar un único huevo que al final con suerte te alcanza para media marraqueta. Creo que esta noche será larga; me conformaré con un sandwich de arrollado...

jueves, 26 de agosto de 2010

Viajé por Santiago Norte y Me Duele la Cabeza.

No entiendo por qué me duele la cabeza y estoy cansado. Quizás pensé muy poco hoy día. Necesito un bálsamo de Pedro Aznar o de otro Jazz para que se me pase esta sensación de peso cefálico que tengo...

Me fui a meter a La Pincoya y a los Blocks de Lo Barnechea. Ambos lugares me parecen maravillosos. Por eso no entiendo por qué me duele la cabeza.

La Pincoya... realmente me gusta que las casas estén tan cerca del Cerro Las Canteras. Me gusta esa especie de abrazo que te dan esos cerros verdes por allá. El verdor de fluor es una especie de provocación natural a la ciudad de Santiago. Y la gente allá es distinta; es más política.

Me tomé la 117 por el Camino El Bosque y se fue hacia el oriente, por el sector de Huechuraba. Nunca me había ido por allá. Es un viaje hermoso. Tal vez por esos mismos cerros que te empiezan a rodear.

Llegue a esos blocks que pusieron en Lo Barnechea para darle casa a la gente pobre de los campamentos de Loma 1 y Loma 2. Fue surrealista ver niños jugando una pichanga de calle en un lugar tan al oriente de santiago, con tanto edificio grande y tantas lucas que fluyen por allá. La pichanga en la caye fue como un... otro bálsamo.

Y por qué los Qula tienen temas como el "Canto VII", tan saltarines. Esto no puede ser más que otro bálsamo.

Otro...

La señora de campo era nativa de Lo Barnechea. Me contó que quería irse de ahí porque "casa por medio venden droga". Pensé que era una exageración, pero cuando estaba tomando micro escuché una conversación en donde una mina le decía a otra "Si los tiras lo perisguieron a balazos"...

Que le pasa al mundo, niñas? Serán las plantas a carbón o el paro de la ANEF?

Será que los Rapa Nui también andan movilizados.

Lo peor es que "The Rapa Nui Times"... existe!

No sé, no sé...

Quiero dormir, loko, en serio. Pero igual voy a ponerme algo psicodélico de los Pink Floyd de los 60'.

domingo, 15 de agosto de 2010

Cuatro Días Activos

Hace más o menos 1 mes y medio que llevo participando en el círculo de estudios sobre urbanismo participativo allá en Ciudad Viva. En la última sesión nos invitaron al Encuentro de la Ciudadanía Activa que se realizó desde el jueves hasta hoy domingo en distintos lugares de Santiago.

El jueves la inauguración del encuentro en el Archivo Nacional compitió con el lanzamiento del libro "Cien años de luces y sombras" del ex-presidente Ricardo Lagos Escobar. Asistí a la presentación de diversos grupos y organizaciónes de Santiago, Tomé, Chiloé, Valpo, Valdivia y otras localidades y ciudades. Al terminar, compartimos cueca y un coctel. Me reencontré con don Leonidas Ayala, del taller de ciclismo de Conchalí, con quien trabajé en Abril por Psiconstrucción.

Después de ese vino de honor y los quesitos y conversaciones varias, salí justo en frente al Welén, o Santa Lucía. Los mapuche estaban conmemorando 1 año de la muerte de Jaime Mendoza Collío a los pies de ese cerro, una ceremonia en la que participé ahora, al igual que hace 1 año atrás. Al día siguiente organizaron una marcha más combativa. Hubo 9 detenidos hasta donde supe.

Tomé mi bici que estaba estacionada allá en mi picá de Ahumada y partí para Plaza Brazil a eso de las 22:00, para encontrarme con Daniel de los ex-alumnos del San Ignacio allá frente al Galpón de Victor Jara. Entramos y resulta que esa noche había una fiesta punk! con Los Peores de Chile y Anarkía Tropikal. Mientras conversábamos sobre la cultura alternativa, el poder, Dune y los movimientos barriales de Santiago en el último tiempo, comenzó a sonar la potente música de Los Peores. Nos fuimos tomando 3 latas de cerveza paulatinamente. Mientras le confirmaba a Daniel que me importa un carajo participar de las reuniones del grupito.

Adelante estaban empujándose y pegandose como ocurre en tocatas punk. Me fui a meter allá a ver lo que se sentía. Tu cuerpo es sometido a presiones múltiples en un sitema caótico en donde te empujan, empujas, desvias a un tipo que viene hacia tí, chocas, te cubres, te mandan, te tiran... Pero al final, todos quedamos como amigos dándonos palmaditas en la espalda.

Al día siguiente, a participar de la feria de vida saludable en la plaza Dorsal, allá en la Municipalidad de Conchalí. Conocí a gente de Comunactiva, organización que promueve la activación de la sociedad civil en esa comuna. Estaban ahí algunos chicos del CONACE, en una iniciativa de reinserción de jóvenes rehabitlitados a través del uso de la bicicleta, a cargo de don Leonidas, por supuesto. Me volví por calle Fermín Vivaceta, antiguo barrio industrial y comercial de Independencia. Llegué a Yungay.

En la plaza, frente al Roto Chileno, descansé un rato. Repartí los ejemplares que tenía de "La voz de la Chimba" a algunas señoras que andaban paseando a sus niños en la plaza. Una abuelita me dijo que le gustaba que los jóvenes ayudáramos a la comunidad. Partí para la ARCIS, ex Fundición Libertad, en la calle que lleva el mismo nombre (Libertad, para los lentos).

Tenía un problema con mi lente de contacto derecho. De tanto pestañear doloroso se me salió. Ponérmelo de nuevo fue un suplicio que no resistí, así que eliminé gran parte de mi sentido de la vista antes de entrar a la Comisión de Patrimonio e Identidad adonde me había inscrito. La reunión partió ahí con la Pepa de Ciudad Viva y con la Paz de los Vecinos por Valpo coordinando al grupo, que ahora veía sin detalles; sólo como manchas parlantes muy inteligentes y activas. Habían algunos vecinos de Yungay y otros ciudadanos activos interesados en estas temáticas. Tuvimos una fructífera reunión desde las 5 hasta las 9 de la noche para discutir qué temas proponíamos para la agenda de la ciudadanía activa. Me volví a mi casa en mi bici, sin ver nada, pero lleno de muchas expectativas muy hermosas. Una de ellas, participar de la Escuela-Taller de Oficios Fermín Vivaceta allá en Yungay.

Al día siguiente, sábado, partí tipo 9:00 a la UAHC, allá en Condell, Providencia, al plenario en donde iban a poner en común las conclusiones las 5 comisiones: patrimonio, reciclaje, movilidad, transparencia y gestión participativa. Tuvimos un fructífero encuentro con todos los compañeros ciudadanos que vinieron desde las provincias. El evento fue rematado por una invitación a almorzar a "El Antojo de Gaugin", en Patio Bellavista, cortesía de Ciudad Viva.

En el camíno hacia allá me fuí en Bici con Lake, la directora de la organización, quien me enseñó algunos trucos para andar en bici en la ciudad que no conocía y con quién conversé mientras íbamos cruzando el puente del Arzobispo y por Bellavista. Fue un acto sutil, pero muy significativo.

Tuve que partir volando apenas terminé la comida, pues tenía evaluación allá en Pudahuel Sur. Llegué atrasado y no encontré a nadie... Aunque voy a tener problemas mañana en Microdatos, la no realización de la evaluación me vino como anillo al dedo porque tenía que llegar a la casa de mi mamá en Ciudad Satélite, Maipú. Estaba de cumpleaños y necesitaba de mi ayuda.

Llegué a ayudar en la preparación de los fetuccine con salsa alfredo y las ensaladas de lechuga, tomate y cebolla con balsámico, y el navegao' tradicional, y los ravioli con crema y salsa de tomates, y la ensalada de espinacas con maní y queso parmesano que constituían la cena del cumpleaños. Y yo, que traía ají y pimienta para hacer micheladas...

Me acosté temprano por prudencia y por legítimo cansancio, en el sofá cama del living, mientras los invitados seguían su conversación. Me desperté sólamente para cantar cumpleaños felíz y comer algo de torta de trufa.

Esa noche comí harto, pero al día siguiente, domingo, no sentía ganas de tomar desayuno ni nada. Me fui temprano, a eso de las 9 y tanto a mi casa a dejar el set de la evaluación que nunca hice y partir corriendo a Tengen, allá en Manuel Montt, a buscar los implementos para armar el stand de Go que inscribí para la Fiesta de la Ciudadanía de ese día. Me acompañó Ramón, seleccionado de Chile para el torneo de Corea. Nos fuimos hablando sobre la Quinta Normal y su proyecto de un centro para la difusión de los deportes mentales pensado en ese lugar.

Aunque garugaba, Pío Nono estaba muy frecuentado a eso de las 11. Llegamos adonde los chicos de Ciudad Viva a que nos prestaran mesas y sillas y armamos nuestro pequeño stand en donde pusimos un tablero y enseñábamos go a quienes pasaban por ahí y se interesaban. La Fiesta tenía 3 cuadras separadas en secciones de ciclismo, artesanías, entretenimiento, escenario, organizaciones y otras que no me acuerdo. Nos vino a ayudar Rodolfo de Tengen, pues necesitabamos más gente en el stand.

En la Fiesta me encontré con muchos de los participantes de la agenda de ciudadanía activa y muchas otras personas que no habían participado en las instancias anteriores, pero que tenían stands muy interesantes. Uno de ellos fue el stand de permacultura, en donde me detuve por unos 40 minutos, pues empecé a preguntar sobre ese estilo de vida y las personas que estaban ahí me conversaban y me conversaba y yo preguntaba y preguntaba. Francamente, esta es la iniciativa más integral de estilo de vida que he conocido... se aplica a todo.

Entre otras cosas, apareció un señor Coreano frente al stand de go; me miró y puso su piedra negra en el tablero, provocándome para una partida. Fue interesante. Puedo decir que le gané a un coreano, cuestión que es signo de estatus en el mundo del go.

Se retiraron los chicos de tengen y me acerqué al escenario, en donde estaban premiando a las bicis enchuladas, dando así por terminada la fiesta. Me retiré despidiéndome de todas las grandes personas que conocí en estos cuatro días y aquí estoy, contándoles estas aventuras, muy cansado, pero felíz y contento de haber ayudado al éxito de este evento; pensando en lo que se viene: la fiesta popular del bicentenario, por ejemplo.

jueves, 12 de agosto de 2010

Concierto de Trez-Vella

Paolo, un amigo, me presentó hace un par de meses este tema de Patricio Manns. Hace poco que pude conseguirme el disco completo en donde aparece esta canción. Es el "La muerte no va conmigo" del 1986, disco conjunto con Inti Illimani. A mi parecer, un disco de gran virtuosismo musical ensamblado con la particular lírica de este gran compositor chileno. No está demás saber que Trez-vella es la ciudad en donde Patricio Manns se radicó en Francia. Aquí les dejo este tema del disco que subí integramente a grooveshark. Si alguien se puede conseguir el último disco del Pato Manns, "La Tierra Entera", de Junio de este año, le exijo que lo comparta.


Ya, aquí el tema. Agarrense...





Llegas de memoria construyendo el día,
el día te corta la sangre con fuego,
el fuego te lame la piel adherida,
adherido espero con pulso de ciego,
ciegos no caemos al bosque y al musgo,
el musgo tirita bajo nuestro peso,
el peso de tu ancha soledad me aplasta,
aplasta un vibrante solsticio sin miedo,
ya si miedo miro, te decoro de hombre,
de sueño, de niebla, de sol y sosiego.

Sosiego tu carne trenzando tu boca
con mi boca brusca que finges cautiva,
cautiva tu cuerpo mi substancia amarga,
amarga me tragas de pronto vencida,
vencida en mi pecho tu caudal de mundo,
con mundial cadera me cedes segura
y seguramente me arrancas prodigios,
me arrancas de cuajo la larga andadura
me arrancas de sobra la corteza heóica
la corola, el tallo, el estambre y la altura.

En el vientre claro del verano cantas,
canta una cigarra su cigarrería,
cigarreando herimos la luz concluyente,
concluyo caníbal de almorzar tu vida
mi vida que amarro sobre los cabellos
que bellos combaten la sombra agresiva.

Y agredimos juntos el parco retorno
por la misma senda que huele a ceniza
y así nos guardamos de nuevo en destierro
y en destierro erramos con la terca herida.

Porque estamos tan lejos de
la tierra en que la luz abrí,
la tierra en que la lluvia me regó,
la tierra que te di.

Una paloma muerta me llamó,
una gaviota muerta me gritó,
una calandria muerta me cantó,
una canción atávica voló.

Porque de tierra clara soy,
porque la necesito donde estoy,
porque cada mañana te la doy,
porque la llevo donde voy.

El hombre es un árbol de raíz soleada y cálido temple,
su canto industrioso surgió de la nada al viento terrestre,
su limpio trayecto capaz de memoria maduró con creces
pero como el fruto que el puño desgaja se seca y perece
cual será arrancado de la tierra amada, los hombres se mueren.

Nosotros vagamos a miles de millas,
a siglos rabiosos de un país concreto
por eso se acoso tu boca en Trez-Vella,
en verdad yo beso a mis hermanos muertos,
en verdad entibio la sangre indefensa,
en verdad maldigo a sus sepultureros,
en verdad convoco a los libertadores,
en verdad doy gracias al que está despierto,
en verdad yo beso la espada que mata
y matando acaba con los carniceros.

Recobra conmigo los días terribles,
vuelve de repente de bruces de asalto
únete a mi rabia para hacer dos rabias,
únete a mi cuerda para hacer dos arcos,
cuidemos el árbol crecido en la sangre
porque toda flecha es hija de aquel árbol.

Hagamos un largo collar con los huesos,
los sueños, la espera, el destierro, las manos,
juntemos los mutuos rencores rugentes,
rujamos unidos este abecedario.

Porque estamos tan solos con
la herida en que la luz perdí,
la herida en que la sangre me humilló,
la herida en que morí.

Una paloma muerta me acusó,
una gaviota muerta me negó,
una calandria muerta me olvidó,
una canción atávica gimió.

Pero de tierra clara soy,
porque la llevo donde voy,
porque cada mañana te la doy,
porque la necesito donde estoy.

Una vez que asumas tu convicción,
y sabes quién eres,
una vez que plantas tu corazón,
y sabes quién eres,
una vez que educas tu vocación
y sabes quién eres,
una vez que agrandas tu desazón,
y sabes quién eres,
una vez que mueves tu decepción
y sabes quién eres,
una vez que partas con la ilusión,
y sabes quién eres,
una vez que te hartas de la traición,
y sabes quién eres,
una vez que te armas con la pasión,
y sabes quién eres,
una veces que matas por la verdad,
y sabes quién eres,
una vez que mueres por la unidad,
y sabes quién eres,
una vez que ensanchas la claridad,
y sabes quién eres,
una vez que ilustras tu condición,
y sabes quién eres,
una vez que rompes con la piedad,
y sabes quién eres,
una vez que rasgas la soledad,
y sabes quién eres,
una vez que incendias la oscuridad,
y sabes quién eres,
y dejas de amar tu seguridad,
y sabes quién eres,
puedes combatir al senil rufián
para que sin gloria vuelva al basural
del que se escapó manchando la historia.

Porque estamos seguros que
la muerte que la tierra arrinconó
y de un caudal de muertos inundó
con un cuerno de caza los lloró.

El amor sucumbe si el dolor no integra
su herida crujiente en el pan maduro
y hasta el pan sucumbe si el hombre no entiende
que la vida está hecha de cerebro y puño,
el puño arremete la materia indócil
con fiera inmodela su forma al futuro,
el cerebro poda la idea de aristas,
la labra y la escribe con barro y con humo
y así es que sabemos que el hombre desciende
de un viejo combate y sin hombre no hay mundo.

Apaga esa estrella que espero unos barcos
que suben sonando del sur a mi encuentro
y estrújame soles que hablen de trigales
porque en mi tardanza se agacha otro invierno,
deja que me acueste sobre tu hombro grave,
triza mi memoria con gesto tierno.

Téjeme una espera con bueyes y mares
y volcanes vivos y árboles secretos
y pídele al mapa que te cuente un rumbo
para que podamos morir de regreso.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Dos películas y un libro



En esta entrada me gustaría comentar algo sobre... adivinen, dos películas y un libro.

Vamos con la primera película:



La Teta Asustada es una película peruana. Muy contemplativa por momentos. El paisaje oscila entre un realismo mágico sin tanto barroco y un naturalismo. Las tomas reflejan muy bien lo que le pasa a la protagonista. Terrible, pero esperanzadora.

Vamos con la otra película:



Otra película latinoamericana: La virgen de los Sicarios. A pesar de las no recomendaciones que recibí, me pareció una película excelente. El protagonista es un personaje muy interesante. El hecho de que sea un viejo que regresa a Medellín es como un pretexto para presentar la ciudad. Algo como lo que pasa aquí en Chile con "El Gringuito". Asesinatos y gays no resumen esta película que tiene mucho de existencialismo y de surrealilsmo. Esta la recomiendo.

El libro:


Me gustó esta portada para el libro "Pedro Páramo" de Juan Rulfo. Al terminar de leer este libro le pregunté a algunas personas si lo conocían. A casi todos les sonaba, pero nadie sabía de qué se trataba o si es que habían leído el libro incluso. Un libro de muertos; un libro en donde la muerte se siente paisajística e históricamente. Un libro de espíritus forajidos que rondan por desiertos mejicanos. Con una extraña suceción de "capítulos" de cuya temporalidad en realidad no me quedó ni una idea. El pasado revive en el presente. Es como si el tiempo fuera un vapor, algo así. Un libro oscuro, cansado: cansa leerlo y eso que es cortito.

domingo, 8 de agosto de 2010

"Divertimento"

"me vienen a convidar a arrepentirme,
me vienen a convidar a que no pierda,
mi vienen a convidar a indefinirme,
me vienen a convidar a tanta mierda.

Yo no sé lo que es el destino,
caminando fui lo que fui.
Allá Dios, que será divino.
Yo me muero como viví".

Silvio Rodriguez, "El necio".

Conozco a algunos que se juntan en la Fuente Suiza; beben schops de a medio y disfrutan los espectaculares sandwiches de lomito sin grasa que venden allá.

La Fuente Suiza, Ñuñoa.

Recuerdo cuando en PASA salíamos a ese local a almorzarnos las tardes.

No es uno de los locales con los que me gusta identificarme. Si quieres saber cuál es la picá del Edu en este órden de cosas, me quedo con el Nuria, pero el de Mac Iver.

Considerando que ir a la Fuente Suiza implica un gasto que en general los dos tercios de la población chilena (mayoría absoluta, digamos) probablemente no esté dispuesto a darse en forma cotidiana, sino únicamente como motivo de celebración, me interesó bastante saber qué era lo que motivaba a D. a invitarme formal y económicamente junto a ese grupo de ex-alumnos a ese lugar. "Probablemente sea el placer del Encuentro, el reestablecer vínculos con quien compartiste momentos de franqueza y de cómo te iba en la vida", tendía a pensar. O bien, si hablamos de amigos (en el sentido riguroso que le doy al término), ver cómo vamos acompañándonos y encaminándonos desde nuestra alteridad hacia ese horizonte compartido, aunque sea en forma eventual y no cotidiana.

Lo que me desconcierta de todo esto es llegar allá y darme cuenta que el motivo de la reunión no es ninguna de las anteriores; ni ninguna otra tampoco. Al indagar en el qué nos motiva, me doy cuenta de que la respuesta está en una especie de disfrute brumoso e instantáneo; un baño de espuma, independiente de para donde vayas tú o yo; una especie de paréntesis irrisorio en tu vida cotidiana; algo así como ver Alicia en el País de las Maravillas de Disney con Tim Burton, en donde tomas una historia protosurrealista que enloquece y la transformas en una repetición de la misma lucha entre el bien y el mal aliñada por otras naderías brillosas.

No se me malentienda: no me refiero a un evento que discontinúa tu experiencia biográfica, como una gran sorpresa positiva o negativa y que después tendrás que integrar a tu vida. No, no es eso. Es como una especie de irrupción de un espacio de no-yo; es la llegada a un setting de mirarnos sin vernos y sin mucha trascendencia para ti y menos aún para quienes ponen sus esperanzas en tí. Es hacer salud por que sí y tomar tu schop de a medio, a pesar de que no sabes qué onda, y dices ¡salud! Algo así como darle palmaditas al culo de tu compañero después de consumir soma.

Es como chupar un candy o rascarse la cabeza.

Si además de eso, la esposa de tu "amigo" te invita al departamento nuevo y estilizado de tu "amigo" (uno supone que es amigo y que los demás son tus amigos, aunque no compartan nada), quien además te invita a una tanda de pool en su "sala de juegos", adornada con cuadritos kitsh de mesas de poker con cuasi-Marilyns sentadas con piernas cruzadas y la mesita de vidrio correspondiente...

Y si además de eso...

...




Holden Caulfield, ahora te entiendo...

Pensando en una microempresaria que conocí en Cerro Navia que invertía 5 lucas en la comida de la semana para su hijo; pensando también en lo que motiva a la Mayi a viajar a Mexico; pensando en Victor y en su otra estrella de la esperanza; pensando en mis Amigos, sin comillas y pensando en mí, no que queda más que contener mi horror ante semejante hoyo espiritual.

Bueno, a este tipo de experiencias neodandistas al peo, a la que me convitan por desgracia, me gusta llamarla "divertimento".

Las preguntas del caso: ¿qué mierda están haciendo con sus vidas? ¿Donde están sus cojones, que no pueden sino repetir lo que las sociedad tiránica heredada del estado terrorista les sirve en bandeja de plata? ¿De adonde sacaron esas imágenes re-reproducidas hasta la no-muerte?

¿Y que mierda hago yo aquí pidiéndole peras a los olmos de plástico?

martes, 27 de julio de 2010

El Día sin Tiempo

Fue como la decisión tonta, como el tontearse y tomar una decisión que es hermosa, pero desconocida, como una bruma arcoiris que da lo mismo si se disipa o no. El día se mañaneó fácil; nunca supe cómo era el ringtone que nos despertó. Mi cuerpo se responsabilizó hormonalmente. El plan se nos fue armando como con un juego magnético de acciones y reflejos: te movías y los campos magnéticos hacían que algunas piezas (que eran posibilidades para el día) se acercaran y otras piezas (las posibilidades que no fueron), se alejaran.

Fue ligero equipaje para tan intenso viaje.

Me declaro mañanero frustrado. Lo supe cuando sentí el placer de comenzar un día fuera de mi ciudad habitual a eso de las 9 y media, lleno de expectativas. Una señora nos habló de Jesus. La echamos a sonrisas heréticas. Nos fuimos donde la Nancy. No sé si se llama así la señora de la hostal que nos recibió, pero da lo mismo, la llamaré Nancy. Sí, es Nancy. Esa casa que es como el alter-hogar de mi casa de República, pero en Valpo. Distinta, pero igual que siempre, allá en Avda Uruguay, subiendo el cerrito, para el que sabe...

Quisimos ir a los cerros lejanos y camuflados de cotidianeidades populares coloridas. "Subimos en picada", aunque siguiendo la cadencia histórica de nuestros paseos. El sol estafaba al invierno con un verano porteño. La verticalidad frente a lo oblicuo se te pega en las piernas; en los gemelos. Tuvimos que comprar dos manzanas y un plátano por $200.

C. Merced, C. Las cañas y C. Ramaditas. No sabía que un cerro podía tener ese nombre tan infantil. Una infantil viejecita nos dijo que en realidad estábamos lejos. Más allá estaba sólo el bosque; el bosque de Valpo.

Al almuerzo, calle y choripan; tecito y anticucho en la O'Higgins. Y partimos a recorrer ese museo adonde se sale por Aldunate con Ferrari. Retrocedimos por los cerros pintados por manos doctas y profanas. Pasamos por esos cafés y esas hostales que también están pintadas. En realidad todo estuvo pintado con spray y con mosaicos pegados a los asientos semicirculares.

Salimos con una cosa redonda y grande que se comía como única figura en la mente compartida. ¡Pero no! Teníamos que ir a Playa Ancha. (Y el sol de verano porteño estaba poniendose rojo de verguenza). La micro nos cobró $300 y llegamos a una explanada con dos arcos de fútbol en una nada redonda y polvorienta en donde el viento jugaba de arquero y siempre la tiraba para afuera. Nos fuimos pa' otro lado y nos devolvimos para el mismo. El sol nos pidió que lo siguiéramos para recibir su beso crepuscular frente al mar, allá, en La Piedra Feliz. Nunca pensé que ibamos a llegar allá. Sinceramente, pensé en que nos podíamos matar ahí, siendo leyenda de cueca chora; que en realidad el suicidio hubiese sido el máximo regalo, el fin del ciclo de dos años y dos seres que se despedían...

¡Pero no!

Las gaviotas salieron revoloteando por sobre las cabezas que se besaban con ese faro y el SHOA de fondo. Sí, el SHOA. Fotos al sol poniéndose, que era como un recordatorio galáctico de que no somos nada.

La noche se caminó por el camino más largo. Todos se tiraron desde LA PIEDRA FELIZ mientras nos volvíamos a ese territorio que según yo era el fin de Valpo, ese fin militar. La luna flotaba sobre Viña, en celo. Pasamos por la U Católica de Valpo; un castillo feo. Todo se hizo grande llegando al puerto, incluido el dolor de nuestros pies. La noche se nos pegaba como tohalla mojada en el cuerpo. Así caminamos y caminamos, volviendo a pensar en esa cosa redonda y gigante que se come.

El domingo en la noche de Valpo fue luminoso, sabroso y fogoso. (se quemó el alcohol hasta el retozo). Espesamos nuestro sueño cansado entre maderas martilladas por un maestro demoledor ("Tranquila señora, déjeme martillarle los cimientos de la casa pa' que se le venga toda abajo").

25 de Julio para el calendario gregoriano. El día sin tiempo para el calendario maya. Un día que no se olvida es siempre hoy.

martes, 20 de julio de 2010

Scarlet

A la salida de mi casa la encontré. Estaba ahí en la escalera, una especie de hogar sin hogar. Sola, abandonada. Intentó hablar conmigo pero la extrañeza evitó que tuviera la confianza como para decirle alguna palabra. Hace un tiempo escuché que los vecinos le decían Scarlet.

Cuando fui bajando mi bicicleta por las añosas escaleras, me di cuenta de que ella me seguía. Notaba en ella eso que tu notas cuando viene un vagabundo gritando y pidiéndote algo, una especie de esfuerzo por superar la soledad a gritos, de lograr un puente contigo construido en base a la fragil mirada de dos extraños.

Su pelo largo, sucio, enfermo, no lograba ocultar su "belleza natural", su cierta opulencia potencial. Imagino que si esta niña hubiera recibido los cuidados y atenciones de un hogar, su conducta podría haber sido más humana, más cordial.

Al subirme a mi bici, ya abajo, vi que ella se me aproximaba, como pidiéndome que la llevara, que no la dejara sola. Sentí lo que sientes cuando ves a un niño de la calle, una especie de compasión mezclada con el sentimiento de que no eres tú el que tiene que asumir la responsabilidad por este ser abandonado; el miedo de que una mínima muestra de carño fuera a provocar un apego tan intenso a mi persona que mi partida se volvería intolerable para ella.

Tuve que empujarla de mi lado y conducirla nuevamente a la escalera vieja, ese hogar sin hogar, y cerrar la puerta rápidamente. Antes de partir pude oir su llanto; el mismo llanto de abandono que a veces oía desde el piso de arriba, un llanto fuerte, sin verguenza, ignorado por las personas que lograban oirlo.

Al volver tres horas más tarde y abrir la puerta de madera que lleva a la escalera, salió ella a recibirme con su mirada. Subí la bici mientras le hablaba. Le decía que me siguiera con gestos, a los que ella obedecía. Dejé mi bici en el descanso de la escalera y vi que había un charco de orina. Claro, ella no tenía baño tampoco. Entonces sentí una rabia extraña para un hombre parsimonioso como yo; una rabia contra esos vecinos que le cerraban la puerta a su propia hija, que les daba lo mismo haber encerrado a una niña en ese rincón sin comida y sin baño.

Antes de entrar a mi casa, me devolví a mirarla. Nuevamente su mirada y sus pasos vacilantes hacia mi, como queriendo acompañarme a mi casa, pero con miedo a la extrañeza que nos separa. Traté de hablar en un lenguaje que fuera familiar para ella, a pesar de nuestra evidente diferencia cultural. Me respondió. Así conversamos unos segundos. Sabía que cualquier gesto mío valía mucho para ella, que no tenía nada, así que me acerqué y la acaricié la espalda efusivamente. Ella me abrazó cariñosamente.

No podía hacerla pasar a mi casa, porque las chicas ya me plantearon las cosas claras: "no hay más mujeres que nosotras en esta casa; no queremos que andes por ahí con la puta de la vecina". Respeto su opción, ya conocen lo posesivas que pueden ser las mujeres con sus hombres y lo delirantes que pueden ser sus argumentos cuando sospechan que les salió competencia, aunque tengan todas las de ganar.

Ya hablé con un vecino que no era el tutor de esta gatita. Quiero encontrarme con el otro para que este tipo de escenas no se vuelvan a repetir. Quizás con el tiempo mis niñas puedan hacerce amigas de su vecina Scarlet.

jueves, 15 de julio de 2010

El poder del minimalismo

El repetir un segmento temático y realizar una serie de variaciones en base a ese segmento va generando una especie de atmóosfera estructurante, que te permite darle una continuidad particular a tu experiencia a través de la coordinación de tus procesos fisiológicos con la estructura rítmico-melódica. Es ese acomplamiento esférico-auditivo-fisiológico-experiencial el que me ha permitido explorar misteriosos y fascinantes estados alterados de ser-en-la-musica.

En esta comunión musical, el minimalismo me parece una ruta particularmente interesante. Es imposible que te puedas abstraer de esta matrix una vez que te ensamblas con ella. Aunque no te interese la música, aunque tu atención esté puesta en otro lugar, tus latidos cardiacos, tus hormonas y finalmente tus fuerzas concientes e inconcientes estarán bailando de algun modo al ritmo mántrico de Terry Riley

domingo, 4 de julio de 2010

Perdido en Colina

De nuevo me perdí...

Hay una calle en colina que se llama Esmeralda. Es en la parte norte de colina y después de eso no hay más pueblo. Le dije al chofer del bus que me avisara cuando pasáramos por Esmeralda. Después de hacer un loop por un terminal de buses que duró 45 segundos, me di cuenta que el bus se fue por una carretera entre planicies y cerros cuáticos a la distancia (bien lindo, en todo caso). Le pregunté al chofer si habíamos pasado Esmeralda y me dijo que me había avisado diciéndome que era el paradero. Nunca lo escuché y eso que estaba en el asiento detrás del conductor. Viejo culiao, me avisó casi con el pensamiento. Me tuve que bajar en medio de la nada y cruzar la carretera a la mala con el bolsito verde de Jumbo, que ahora es de Microdatos. Es domingo y no pasan buses seguido. Me puse a hacer dedo por si alguien me ayudaba a volver a Colina. Me sorprendió negativamente la poca disposición a colaborar de los conductores. Al final me paró un bus. Un bus grande. Me querían cobrar $2900, el pasaje normal, por llegar a Colina (menos de 5 kms). Regateando, me cobraron $1000. Llegué a Esmeralda con unas 3 horas de retraso...

sábado, 26 de junio de 2010

El Pimienta

Estaba en Malloco hace algunas horas. Estuve buscando una dirección entre la feria libre de Troncal. Los números fantasmagóricos se desvanecieron dejándome con hambre después de caminar y recaminar la susodicha feria.

Preguntándole a un nativo sobre dónde almorzar, me recomendó "El Pimienta", una picá "en donde por dos lucas almuerzas bien". Quedaba por Camino a Melipilla, cerca del Montserrat de Malloco.

Una hermosa esperante de micro no me supo decir donde estaba la picá. Pasé por donde unos viejos que me preguntaron por el logo de mi credencial. "Es del centro de Microdatos, de la Universidad de Chile". "Adelante profesor", me dijeron.

Finalmente, después de vagabundear tuve que preguntarle a los viejos donde estaba la famosa picá.

Vi una reja que daba a una especie de botillería, toda llena de viejos. Viejos chichas. Cruzabas por una especie de puerta de franjas de plático que caían desde el marco, como era antes en una avícola que quedaba cerca de mi casa, o en esa parte de los supermercados en donde pasas a las bodegas. Adentro me esperaba un mesón ancho con un ángulo recto. En el ángulo interior, un archipiélago de viejos chicha que me miraban al entrar a su espacio. Al aproximarme tímidamente al mesón de cañas de pipeño, me saludaron los viejos. Pregunté si ahí servían colaciones. Me dijeron que tenía que pasar por una puertecita detrás del mesón. Un viejo en particular me hizo un gesto de "adelante", con las manos y me hizo pasar abrazándome y guiándome hacia el interior de esa gran casa dispersa de pipeño y cerveza.

Pasé al comedor. Ahí un mozo ad-hoc al lugar me preguntó qué quería comer. Las opciones eran cazuela y guatitas. Como se podrán imaginar, no me gusta la cazuela, así que opté por las guatitas a la jardinera.

Me preguntaron también por los bebestibles. Me imaginé la clásica pregunta: "coca, fanta o sprite?". Pero me sorprendió escuchar la versión de acá: "bebida, cerveza o vino?"... guau, otras opciones. Pedí vino. "Tinto, blanco o pipeño?"... Aquí me sorprendí. Pedí tinto. Una copita de vino al almuerzo es recomendada por los médicos.

Llegó un disco trigado enorme a modo de pan, y un pebre con fragmentos mayúsculos de tomate y cebolla acilantrados hasta lo invisible. Me trajeron también un bol de un repollo ahogado en limón. De ese repollo que es solo un envoltorio para el limón, que es lo que realmente quieres de ensalada. Eso, en gran cantidad.

Llegó además no una copita de vino, sino un vaso de 300 cc de vino. Como si fuera un buen vaso de bebida, pero de vino. Usté sabe que eso es mucho. Me sentí como coaccionado al alcoholismo, o bien, retado en mi masculinidad. No obstante, tenía que ir a evaluar niños después de esto y con esa cantidad de vino se me hacía ética y prácticamente complicado.

Descendió a mi mesa el plato de guatitas. Una especie de isla redonda de arroz en meseta, asediada por una horda de seres ondulados armados de arvejas y zanahorias, aliados con los porotos verdes, con un aura de caldo naranjo, casi como un himno bélico de la guatita. Finalmente, los fragmentos sensuales y ásperos derribarían la Fortaleza Blanca de los granitos, en un cruce que más que guerra parecía un abandono de los granitos ante el áura húmeda y jardinera, elástica y picante. En este almuerzo, ganó la entropía.

La copita de vino recomendada por los médicos fue trascendida, pero aún así, no quise tomarme más de la media caña de vino tinto. Todo por los niños.

El karma de todo esto lo sufrí en el bus, camino de vuelta a Santiago. Las 5 horas de sueño de anoche más un capítulo de "Rayuela", más el vinito y las guatitas configuraron un desideratum de sueño. No pude abrir los ojos hasta que estuve en Estación Central y la gente se bajaba en masa. Desperté con lucidez repuesta. Mi sentido aracnido siempre atento para no quedarme arriba del bus...

jueves, 24 de junio de 2010

¿Qué hay que comprender sobre las ideologías?

Fue por Chillán, en auto, pasando por cerca de la estación de ferrocarriles (sí, esa de la que nos bajamos juntos un día de septiembre, Mayi). El auto se adentró hacia el centro y venía con M. en la parte de atrás. Una señora interesante y conversadora, con una personalidad prendida. Esa era mi impresión previa a lo que iba a ocurrir.

Al evocar el mapa mental de la zona, recordé que estaba el memorial de las víctimas de la dictadura al lado de la estación. No, no al lado de los murales de Siqueiros, sino que al otro lado.

Le dije a M:

- Por aquí es donde está el muro con los nombres de las víctimas de la dictadura.

(Mirada de extrañamiento. No lo habrá visto, pensé. Y eso que es chillaneja).

- Perdón, ¿la qué?
- El muro de las víctimas de la dictadura militar.
- Mira, primero que nada no fue una dictadura militar; fue un PRONUNCIAMIENTO MILITAR y fue muy necesario.

(shock de 3 segundos)

- ¿Necesario para qué?
- Para salvar al país de donde estaba.

Mirada de extrañamiento mía ahora.

- ¿Me estay webeando?

M. saca de su cartera un llavero con el clásico retrato gafas oscuras de Augusto Pinochet. Una baratija, pensé. Baratija cargada de energías personales, eso sí.

- Ya... y qué pasa con la violación de los derechos humanos, las torturas, las matanzas...

- Oye, yo conocí en Alemania (no me queda claro si alguna vez viajó a alemania por lo que sé), a dos personas que estaban en el informe Valech y estaban vivitos. Así que pa' mi son puras mentiras.

- O sea que todos los nombres que están ahí son personas que están vivas, ¿ya? Y qué me dice de la intervención de la CIA, el estadio nacional, el toque de queda...

- A ver, tú viviste en esa época? No poh! A mi me tocó vivirla.

- No viví, pero he visto muchos documentales y he leido muchos libros.

- Pffff... (levantando la mano rápidamente hacia arriba y hacia atrás en señal de desprecio). Mira, de que mataron gente, las mataron. Pero hay que ser muy huevon pa que te maten. A los huevones los mataron.

(En ese momento la verdad es que mi espíritu justiciero empezó a tomar partido por sobre la parsimonia que mantengo cuando me topo con personas con ideas sobrevaloradas. No obstante, para mi fue absurdo presentar argumentos "desde la vereda del frente" porque la base emocional de mis argumentos en esa posición estaba deslegitimada. Además, soy psicólogo y tengo competencias para generar cambios estratégicos desde el propio self de la persona, al menos en teoría. Tenía que actuar desde dentro. Se me ocurrió una idea...)

- ¿Y qué te parecieron los masones allá en el cementerio, con sus rituales y todo? (ella actualmente hacía catequesis católica a niños, o sea, enseñaba religión católica... Qué les parece, catequista y "los mataron por huevones")

- No lo comparto. Los respeto eso sí, pero no comparto lo que están haciendo. Yo respeto a los que piensan distinto. (ahora bajó la defensa, pues canalicé la discusión a otra esfera de cosas: los masones versus los católicos)

(aquí ataqué volviendo a tema principal)

- ¡Y qué clase de respeto a la diferencia dices tienes tú si por una parte dices que los que piensan distintos son huevones y más encima justificas el asesinato de los que son distintos?!

Mi abuelo adelante: "Ya se pusieron a pelear estos.. Jajajajaja".

- A ver, para que tú sepas la palabra "huevon"... (aquí leí todo el argumento cliché que iba a esgrimir) significa para la Real Academia española ... "amigo".

- "Amigo???" (sonriendo y enfatizando)... Disculpame, pero es bien peculiar tu definición de amistad. "Los mataron por amigos". Puta que buenos amigos...

- ¿Y pa qué me estay diciendo todo esto? Yo puedo creer lo que se me antoje. Llevo 30 años apoyando a mi general y tú no me vas a cambiar ahora.

- No, si yo no quiero cambiarte, quiero comprender cómo es que piensas esas cosas....

- Comprender??? Y qué hay que comprender?! Si no hay nada que comprender, poh! Cada cual tiene su ideología no más...

- Obvio que hay que comprender. Sino siempre vas a ver a los demás en la vereda de al frente y los vas a invalidar de antemano.

- Mira, yo tengo un amigo comunista, otro socialista y allendista más encima y no me ando preocupando de comprenderlos. Cada cual tiene su ideología y punto. ¿Y por qué me miras así?

(Claramente mi mirada le decía ya bastante. No tengo idea qué le trasmití con mi mirada. Probablemente compasión o desprecio... o una lucha dialéctica entre esas dos fuerzas)

- Es que siento que estoy hablando con alguien de otro planeta...

Y podría haber seguido mencionándole que Valech era un cura católico, por ejemplo, tratando de poner en crisis las antípodas emocionales: reivindicación histórica (cargada negativamente) y religiosidad ortodoja (cargada positivamente), pero no... Algo me frenó. Quizás los comentarios disuasivos de mi abuelo allá adelante o la pérdida de sentido de la discusión que no llevaba a ningún lado. Ella había cerrado la reflexión sobre su ideología, transformándola en una caja negra irracional que no admite refutaciones ni pruebas de realidad ("qué hay que comprender?"). El efecto era el mismo que cuando nos trajeron un paciente delirante que nos decía que en realidad eramos japoneses disfrazados de chilenos que teníamos planes secretos. Un delirio, en resumidas cuentas, aunque en el caso de M., un delirio compartido por muchos.

Ella guardó su chapita y nos callamos. Me sentí tranquilo, dispuesto a analizar lo sucedido. Este post es el producto de ese análisis. A ver qué les parece...

viernes, 18 de junio de 2010

18 - 06 -10

Suenan los Carpenters... esta canción.



Escuchaba a los Carpenters cuando iba en el auto, atrás, hace como 12 años? Los escuchaba junto con los temas en inglés de la Gloria Stefan. Ahora que han pasado muchos años, puedo separar los Cárpenters como experiencia musical de mi experiencia vivencial. La forma en que canta esta Karen es de las pocas cosas que pueden hacerme bajar absolutamente todas las defensas.

Ayer me desperté a las 10 de la mañana. Me quedé jugando hasta tarde el jueguito ese del comandante. Me sonó mi teléfono. Era un viejito que preguntaba por la oferta de la bici estática que quiero vender. Vivía cerca así que vino a buscarla a los 15 minutos.

Resultó ser un representante del equipo directivo de la Agrupación de Jubilados y Pensionados de Chile, ¿qué tal? Estaban buscando insumos deportivos para que los jubilados hagan deporte. Ahí fue cuando caché que yo iba a ser la persona más adecuada para trasladar la bici estática hasta la sede a pie.

Me presentaron "las instalaciones" que quedan por allá por Almirante Latorre con Sazié. Quedé de presentarles un proyecto de talleres la próxima semana. Compromisos...

Me volví a la feria de Portales, allá en la "Colonia Chilena". Al lado de la feria libre, en el parque entre Agustinas y Portales, se pone una feria de las pulgas con ropa, libros y cosas que cualquiera puede vender. Como andaba recién pagado por lo de la bici, me compré un par de clásicos de la literatura chilena, a dos por luca: "Martín Rivas" de Blest Gana y "Cabo de Hornos" del maestro Coloane.

Tenía que partir a La Cisterna a hacer tres evaluaciones. Estuve media hora "planificando mi viaje".

Fue interesante cuando ya eran las 6 y media y se me puso a llover por lugares en donde no conocía. Fue interesante sobre todo porque la chaqueta con la que andaba tenía malo el cierre y estaba con camisita ahí abajo de un paradero en Uruguay con no-recuerdo esperando una micro... Había una vez en un paradero una tal G18 que tenía que pasar, pero resulta que sólo pasaba en sentido contrario... En fin, experiencias...

miércoles, 16 de junio de 2010

Me gusta Cumming a las 18:30

Me gusta Cummings. Me gusta que los krishnas se pongan a la salida del metro y del Santa Isabel a vender cocadas y panes integrales. Me gusta que tanta gente transite por ahí. Me gusta que no hayan edificios nuevos, o que si los hay no los haya visto. Me gusta pasar por la seguidilla de restaurants mejicanos, peruanos, chinos. A la mayoría no he entrado nunca, pero me gustan.

Me gusta pasar por las marisquerías, por Los Vikingos. Me gusta desear el az (ass, haz, ace) que venden en "Vicen't" a luka; ese que puedes pedir con vacuno, cerdo o pollo; me gusta desear los sandwiches, berlines o cafés del "Cafemarket".

Me gusta también saber que si caminas unas tres cuadras te encuentras con Brasil, otra calle más menos con las mismas características generales que Cummings, pero un poquito distinto. Me gustan esas calles gemelas. Me gusta el campo de "energía cultural" que se genera entre ellas y que da a luz al barrio Concha y Toro, en donde hace algunos años estaba el Centro Cultural Ainil, hoy desalojado por los pacos culiaos.

Me gusta también General Bulnes, sus Marisquerías múltiples. Su ciclovía. Lo humilde de este paseo en comparación con Cumming.

(De hecho, puedo elegir cuando vuelvo del metro L5 si quiero el humilde paseo de Bulnes o el Pomposo paseo de Cumming)

Me gusta la historia que tiene el polvo de esas calles. Las miradas que se esconden tras esos ladrillos.

Me gusta el muro que tapa las viviendas remodeladas, en donde pegan los afiches de las actividades que próximamente podrás ver en el galpón Victor Jara o en el Azulvioleta o en muchos otros lados.

Me gusta Cumming a las 18:30

16 - 06 - 10

Suena el último disco de Manuél García, "S/T", Sin Título, cortesía de Mayi. Ahora me dedico a escucharlo más detenidamente, como se lo merece Manuel. No únicamente porque es un gran compositor (que según mi opinión, lo es), sino por el largo tiempo que me ha acompañado con su música.

Hoy me desperté tarde. Disfruté grandemente de una mañana mágica y femenina, con un abundante desayuno que me dejó energizado para el día...

"late... llueve... sangra... duele..." dice Manuel.

Se terminó de bajar el "comandante supremo 2"... es entretenido. Infantil y abstracto, pero redondo. Como general, necesitas control efectivo y pronto y aquí lo tienes.

(el párrafo anterior es la acotación gamer. Haré otros posts específicos sobre el SC2 si la Existencia y yo generamos condiciones para ello. Quizás algunos jugadores puedan también conocer a Manuel García... o bien quienes conocen a Manuel García puedan conocer uno que otro juego. No sé, no sé...)

Me atrasé... tenía que estar en TCB a eso de las 2 y media. A las 2 y cuarto estaba saliendo de mi casa, recién para almorzar en el "Patio e Tango", el mejor lugar que conozco para almorzar si se conjuga precio, calidad, ambiente y cantidad, y está frente a mi casa. ¡Soy vecino del Patio!

Me fui a JGM. Estaba cerrado el TCB. Muy tarde, a seguir pagando transantiagos costosos...

Me fui a hacer mi nueva rutina de ejercicios allá en el gym de la U. A correr esos 20 minutos X 2 por el cross y subir y bajar los pequeños montecitos que lo conforman. A levantar barras y hacer las famosas "estocadas" que te destrozan los cuádriceps.

Me fui. Julio estaba resfriado. Conversamos igual.

Estaba lleno de gente ese paradero en el que he tomado micro por 6, 7, 8 años? Desenfundé mi ex-TNE al igual que todos los chicos de ese sector. Todos tienen esa juventud despierta en el color de sus bufandas o de sus pelos o de sus camisas. Estaba feo el día. No importa...

506 + metro L5 ruta roja. Bajada en estación Cumming. Sí, Ricardo Cummings. Material para el post siguiente. No quiero desconcentrarme.

La cuestión era: considerando que son las 6 y media, ¿me voy a hacer encuestas o me quedo en la casa? Los cuádriceps me decían que me quedara. El SC2 y todas las tácticas aéreas que quiero implementar también. (estuve todo el viaje de ida pensando en si podía prescindir de una fuerza terrestre y enfocarme únicamente en el control aéreo y ganar una partida en difícil).

El hambre también me decía que me quedara. La sociabilidad virtual también.

Afortunadamente me dieron pega de evaluación para mañana. Así, de la nada, hace media hora. No fue necesario ir a trabajar. Dios me ama.

A todo esto, sí, está muy lindo el disco de Manuel.

martes, 15 de junio de 2010

15 - 06 - 10

Hace ya 3 semanas que volví de Chiloé. Ahora sigo en lo mismo, en las evaluaciones de ELPI, pero es distinto caminar acá en Santiago; las distancias y los costos aumentan.

He caminado por Villa Francia, por Las Rejas Sur, por el Callejón de los Perros, por La Farfana, por otros lugares desconocidos de Maipú y de Estación Central. Voy con mi maleta que tiene el set de encuestador y el set de evaluador, para la ocasión que corresponda.

Las ruedas de esa maleta se deformaron; ahora al andar parece que da saltos. Suena muy fuerte y ese sonido retumba en los pasajes, espantanto y llamando la atención de los perros cercanos.

De todas formas hay más perros en Castro que en Santiago, o están todos los perros más concentrados, es decir, hay una mayor concentración del perro por km. cuadrado.

He conocido a muchas mujeres en este trabajo. He evaluado a más de 60 madres con hijos. He conocido historias y casas.

Aparte, sigo en el centro deportivo JGM, haciendo ejercicios. El otro profe me hizo una nueva evaluación: tengo que hacer un día de ejercicios de brazos y abdominales, y el otro día de ejercicios de piedra y abdominales. Y siempre correr, correr, correr, correr...

Lo bueno es que siempre después de esa hora y media de trabajo amoroso con mi cuerpo, me espera la hamburguesa de soya del kiosquito de ciencias; la Hamburguesa Histórica, la de la mayo rica.

Y sigo tratando de pagar esa deuda. Deuda en plata, que adquirí cuando quise saldar mi deuda académica y titularme por fin, después de 3 años de práctica y trabajo en PASA. Mis colegas de allá me regalaron un cinturón... "Es como tú, rústico", me dijeron. "Salvaje será", respondí.

Sigo visitando a Julio y contándole el momento de realización diario, como por ejemplo cuando la Alondra me dijo que mi mamá le decía "mi corazón" porque la amaba, y cuando le pregunté "¿qué era amar?" y me dijo "cuidar"... ese tipo de cosas. Me sigue respondiendo con alguna cita adecuada como la de Camus, del otro día: "La necesidad de certeza... es propio del espíritu vulgar".

Y me estoy bajando el "Supreme Comander 2"... me entra la curiosidad por el 1, que es más complejo.

Suena la Sade... me he reunido con varios amigos. Estoy pobre, pero muy contento.

Creo que eso resume en qué va mi vida en estos momentos.

domingo, 6 de junio de 2010

Pixel Art

Otro aporte cortesía de Bytejacker. Este es un interesante documental cortometraje sobre la estética del pixel presente en muchos juegos clásicos, pero también presente en muchas manifestaciones culturales relacionadas con la "era digital". Recomendado.

Aquí el link para verlo.

Red Sky

Revisando en Bytejacker descubrí este interesante juego indie en primera persona en donde te ponen en una especie de laberinto flotante en donde el suelo, las paredes, el cielo y todo es rojo. Traten de ver si pueden llegar a la parte más alta. Yo lo hice.

martes, 25 de mayo de 2010

Fragmentos Chilotes 11 - Conversación en el Chacao

He terminado mi estadía en Castro y ya volví a esta capital que empiezo a descubrir desde la óptica de alguien que sabe que hay otros modos de vivir. Al volver a cruzar el canal del Chacao me encontré con una chica bien guay que me empezó a conversar algunas cosas de su experiencia en la isla y de mitología chilota. Aquí les presento un fragmento de esa conversación que tuvimos cuando salimos afuera de los buses en el transbordador y nos encontramos en una noche clara (como pocas allá) pero que no obstante la cámara no pudo captar.

lunes, 17 de mayo de 2010

Fragmentos Chilotes 10 - El almuerzo Dalcahuino (o dalcahueño o dalcahuense)

Bueno, aquí uno de los momentos comilones de nuestra estadía en Chiloé, cuando estuvimos en las cocinerías de Dalcahue. Ahora que sé subir videos de youtube, creo que puedo compartir con ustedes algo más de estas experiencias. Con saludo incluido.



Y aquí estamos un poco más avanzados en la comida ya...

Fragmentos Chilotes 9 - Remedio Casero

Mi colega se enfermó de la guatita producto de unos bichos malos que andan por aquí ultimamente. Afortunadamente, una señora que nos vino a preparar unos almuerzos sacó una receta casera del remedio. Aquí les dejo el video y disculpen el audio que funó.


Las instrucciones son:

1. Echás un carbón de tu estufa a un tazón, viste?
2. Le ponés una cucharada de azucar para que se caramelise con la brasa.
3. Le agregás tu yerbita de preferencia.
3. Le dejás caer un chorro de agua hirviendo al tazón con carbones y caramelo.
5. Revolvés bien la mezcla esa.
6. Le sacás el carbón que ya liberó sus propiedades.

Y te la tomás la sopita esa que te queda y dile adiós a la diarrea! ;)

lunes, 10 de mayo de 2010

Fragmentos Chilotes 8 - Dalcahue y Curaco



Partimos temprano desde el terminal municipal, con "La Estrella", el periódico local en la mano para la lectura durante el viaje (supimos que pillaron a un hacker ancuditano que hacía fishing).

Tomamos bus a Dalcahue, lugar de dalcas, embarcaciones de cuero de lobo que usaban los nativos de acá que entraron en contacto con los williches (yamanes? yaganes?). El bus iba apretado como si fuera restaurant en día de la madre. Parece que muchos castrenses iban con la idea de pasar el día de la madre en Dalcahue.

Llegamos a los 35 minutos. El sol brillaba en un cielo sin nubes. Bajamos hacia la costanera por la calle de la feria, mirando ahí las ropas y cosas comestibles que vendían. Hermosa fue la vista del canal con los barcos, en un paisaje algo veneciano, con toda la gente que recorría ese sector de la feria que bordeaba el mar. Por ahí también estaba el puerto, en donde las barcazas trasladaban autos y minibuses a Curaco de Velez y Achao.




Conocimos a Raúl, un santiaguino que vivía en Castro desde hace 4 años y que después de una conversación de 20 minutos, terminó convirtiéndose en un nuevo amigo. Me dio buenos argumentos para no volver nunca más a Santiago...



Pasamos a la feria artesanal y a la iglesia. Nos hicimos unos vídeos locos reporteando lo que veíamos en Dalcahue. La iglesia contaba con unos pilares de madera, que si los tocabas era como si en vez de madera tocaras marmol, aunque un marmol ligero.


Finalmente rematamos en las Cocinerías almorzando unas empanadas con mucha carne y otras miniempanadas fritas de mariscos y otras de queso, mientras nos tomábamos el tazón de vino 120 en caja que las señoritas nos sirvieron.






En las cocinerías los baños tenían letras de lana chilota...




Nos tomamos un bus a Curaco. Interesante fue cruzar a la isla Quinchao. Las barcazas son más chicas que las que cruzan el canal del Chacao.


Llegamos a Curaco de Velez, un hermoso y SILENCIOSO pueblo (todo lo que decías a media voz rompía el silencio y resonaba en toda las conciencias que podían escucharte como una entidad imbuida de plena conciencia zen, y no es chiste), rodeado por los cerros y el campo de esta otra isla que es parte del archipiélago de Chiloé.






Vimos un busto dedicado al Almte. Galvarino Riveros. Quise sacarme una foto en posición firme al lado del busto.



En la plaza me puse a saltar y a dispararme fotos automáticas en 10 segundos de modo que la foto capturara el momento del salto pero solo me pude tomar una foto buena...




Después nos tomamos unos tés con la miel que la Mónica compró en la feria de Dalcahue. Estabamos frente a la iglesia y un halcón nos miraba amenazante desde lo más alto de la cruz.





Quisimos ir a probar ostras. Me dijeron que a Curaco se iba a probar ostras... La verdad no teníamos mucho excedente económico, pero nos conseguimos 2 ostras per cápita más 2 de yapa por 1500 pesos. Ostras grandes, no como las que te sirven en Santiago.



La gente cría sus ostras, según me contó la señora que nos vendió las cosas esas. Las compran chiquititas (semillas de ostra les llaman) y las alimentan con huiro o sargazo. Después de 1 año están listas para "cosecharlas". La concha de estos moluscos probablemente inspiró a H. P. Lovecraft. a escribir sus cuentos de terror mitológico marino.

Volvimos en un bus que nos llevaría directamente a Castro. Cansados llegamos y nos recostamos.

jueves, 6 de mayo de 2010

Fragmentos Chilotes 8 - Arcoiris



Lorea por favor el soberano arcoiris que pude fotografíar hace un par de días:



La cámara no lo pudo captar en toda la nitidez en que se vió. Dos minutos mas tardes, ya se había desaparecido.

Fragmentos Chilotes 7 - Paseo por Castro

Hoy en la tarde no tuve evaluaciones que hacer. O sea que tuve algo de tiempo libre. Después de ver el primer caso de "Caso Cerrado" en esta tele que casi siempre está encendida, me puse la "campera" y partí a caminar.

Mi primer destino fue llegar a una fábrica de parkas. En un colectivo me encontré con un microempresario que producía ropa impermeable "Made in Castro". Me dio su tarjeta (papel, en realidad) y quise encargar una de estas joyitas. Caminé por San Martin y fui a la salida norte, por al lado de la Panamericana, saliendo hacia Ancud. Pasé por los palafitos esos y llegué a la casa, frente a la Shell. Después de pasar al antejardin (porque aquí lo normal es que si una casa tiene rejas tu entras al antejardin y golpeas la puerta para que te abran; el antejardin es una especie de espacio semipúblico de recepción de personas), golpeé y nadie me respondió. Me volví no más con una lluviecita fina que me acompañó. Iba con la campera puesta y con mis guantes de cuero, así que a esta lluvia la esperé feliz.

Tenía que comprar una resma de hojas para que ni a mi ni a mi colega nos faltaran hojas para los dibujos de los niños que evaluamos, así que decidí seguir por San Martín hacia la plaza, buscando librerías en ese sector comercial. Después de una búsqueda infructuosa, decidí bajar por una de las tantas y tan sinuosas calles que llevan a Pedro Montt, avenida costera. En realidad la calle desembocaba en Blanco Encalada y después llegaba a la costanera. Pasé así por el sector de pubs y de hospedajes para gringos que tiene Castro. Después de seguir por Eusebio Lillo, la continuación Pedro Montt que va bordeando el borde surponiente de la ciudad, llego a la Feria Lillo. Paso a ver algunas artesanías varias.

Me compré unas medias de lana suave a dos lukas para abrigarme. Empecé a pensar en algunos regalos que le llevaré a mi gente en Santiago cuando me vaya. Los artesanos ahí me explicaban las características, usos y ventajas de tanta cosa chilota.

Subí por Thompson hacia el norte y ya eran casi las 5 de la tarde. Seguí viendo librerías y tiendas de ropa por todo el sector comercial de Castro. Preguntando me dicen que al lado de la iglesia hay una librería en donde puedo comprar resmas. Al pasar por el lado de la iglesia, entro al salón parroquial. El sector estaba inundado de escolares y sonaba música de iglesia prendida. En la fachada del salón, una invitación a liturgias de los "Carismáticos". Curioso...

Después de comprar la resma parto me voy por Sotomayor hacia arriba, camino a Juan Serrat, adonde me están hospedando. Paso por al lado de la Señora Cerlinda, una abuelita muuuuuy bueeeeeena que nos recibió a mi colega y a mi la primera noche en Castro. Tomamos once y me ofrece un pan hecho en casa que le hizo una pariente. Muy rico. Me recordó al pan que hacía la Maneca...

Volví a mi casa a internetear un rato. Creo que estoy amando a esta ciudad. Ya les contaré algunas cosas que pasan aquí en la calle en donde me alojo...

lunes, 3 de mayo de 2010

Fragmentos Chilotes 6 - Los múltiples usos de la manzana


Si tuvieramos que elegir una fruta común en Chiloé, al igual que en muchos otros lugares del mundo, esa sería la manzana.

Durante mi estadía de 1 semana y 3 días en Castro, me ha llamado mucho la atención la presencia de la manzana en algunas comidas características de la isla grande. Aquí les dejo algunas de ellas:

1. Dulce de manzana: Nunca antes había probado la mermelada o dulce de manzana. Aquí en Chiloé es una de las mermeladas más comunes. En lo personal, ha sido de las mermeladas que más me han gustado de todas las que he probado.

2. Empanadas de manzana: Algo así como las empanadas de pera, más difundidas en la repostería nacional, pero con el susodicho dulce de manzana. Riquísimas!

3. Chicha cruda: una preparación dulce de jugo de manzana fermentado.

4. Chicha cocida: al cocer la manzana y fermentarla se obtiene una bebida más alcohólica y fuerte, que recuerda al pipeño.

Respecto al último punto, cabe señalar que muchos productores (que por lo general son productoras) de chicha cocida diluyen este brevaje con agua. Me tocó la mala suerte de comprar chicha diluida. El agua altera el sabor de la chicha. La que me tocó a mi terminó en el drenaje. Experiencia no más...