martes, 31 de julio de 2012

La voz de tu silencio


Así te escuché. Escuché todas esas determinaciones decididas, seguras, de cómo es que quieres que seamos, de que tenemos que tomar distancia, de que seamos sólo amigos por ahora, de que las cosas están muy complicadas para algo más. Y sigo escuchando y también contándote algunas cosas de mí. Y así se da una conversación nocturna, en donde nos iluminamos con la luz claroscura de nuestras vidas vertidas en ese espacio que está entre nosotros.

Pero detrás de esas palabras estás tú, tu silencio. Y tu silencio también me habla y me cuenta cosas, cosas silenciosas, rumores de hierba que no podrán ser dichas nunca, pero que invitan y que calman como un arrullo. Y es este mensaje el que recibo con más alegría, porque ese silencio tuyo detrás de todas esas palabras lanzadas con aparente determinación, aún en medio de la noche, no son sino distracciones a lo que en verdad escucho en ti. Lo que me dice tu mirada sostenida y tus manos. Esa es la conversación que nunca diremos, ese será nuestro secreto, que por supuesto guardaré tranquilo en algún lugar de mi historia que se cuela entre mis latidos.

Esta voz misteriosa se niega a ser traducida a palabras, pero me gustaría imaginar que entre esos momentos y esos centímetros que separaban nuestras miradas y entre ese calor tibio que había en tus manos se cuela ese llamado a que espere, que no corra, que me quede contigo un ratito más.

No hay comentarios: