lunes, 30 de agosto de 2010

El Caso de los Huevos y la Bicicleta

Venía desde Recoleta a mi casa en bici, a eso de las 8 de la noche. Tenía 3 lukas y media hasta que me llegara el vale vista en Septiembre. Quería comprarme algunas cosas en un negocio vecino.

Compré 4 huevos, pan y un poco de arrollado. Andaba en bici y tenía que recorrer las 2 cuadras que separaban el almacén de mi casa. Al principio pensé en poner la bolsa con el pan en el cacho derecho del manubrio y los huevos con el arrollado en el cacho izquierdo. Tenía que ser cuidadoso con esos huevos porque eran mi alimento para el desayuno de mañana. Yaunque se me hubiesen quebrado, y aunque el precio de cada huevo todavía seguía siendo atraído por la gravedad de los $100, no podía dejar que se me quebrara ni uno solo. Si se me quebraba un huevo y no lo podía utilizar, ¿para qué lo compré entonces?. La sola idea de este absurdo me parecía insoportable.

Por eso me fui dando lentos pasos. Se cruzó una viejita en un carrito de sopaipillas. Caminé por la calle porque la vereda tenía ciertas irregularidades que hacían vibrar la bici, y vibrar los huevos, lo que aumentaba la posibilidad de una fractura y derrame del material viscoso, pero sabroso. Los autos venían en mi contra.

Entonces me acordé de un consejo que me dió una mujer, no recuerdo quién aunque me esfuerce. Me dijo: "mira, puedes tomar la bici con una mano". El truco estaba en tomar la bici desde el centro de manubrio con una mano y tienes la otra mano disponible, por ejemplo, para llevar la bolsa del pan y la bolsa de los huevos y el arrollado. En esa ocasión rechazé la propuesta porque me incomodaba tomar la bici con una mano y mantenerla estable, pero en esta otra situación, los huevos estaban puestos en juego.

Llegué de este modo a la puerta de calle de mi casa-depto. La cuestión ahora se ponía complicada: Tenía que 1. abrir la puerta de madera, 2. abrir la puerta de metal y mantenerla abierta (porque se cierra sola), 3. hacer pasar la bici, 4. Correr la bici y que se cerrara la puerta que se cierra sola y 4. subir la bici. Todo esto sin que se quebrara ni un solo huevo.

Luego de pensar rápidamente en alguna solución a este problema, se me ocurrió la idea de dejar los huevos en ese espacio que está entre la puerta de madera y la puerta que se cierra sola, justo debajo del medidor de agua. Pero esta opción implicaba que al entrar con la bici y que se cerrara la puerta metálica, los huevos y el pan quedaban relativamente expuestos a algún vagabundo hambriento que podría aprovecharse de mi esfuerzo por subir la bici para robarme el pan, los huevos y el arrollado.

He visto muchos vagabundos hambrientos ultimamente, así que me costó tomar la decisión final de abandonar el alimento a su suerte y hacer el movimiento para dejar de apoyar la puerta metálica, entrar la bici, pasar yo y que la puerta se cerrara detrás de mi. Lo hice y subí ráudamente los 30 peldaños, dejé la bici en el descansito y volví corriendo a buscar mi desayuno de mañana. Por suerte, todo estaba en su lugar.

Después de esta operación, me faltaba solamente: 1. abrir la puerta de mi departamento, 2. entrar con bici y las dos bolsas, 3. estacionar la bici dejándola apoyada en la pared y 4. Subir esos frágiles huevos a la huevera del refri. No es fácil tener la bici con una mano, mientras afirmas dos bolsas, una de ellas muy fragil y al mismo tiempo, insertas la llave en la cerradura, abres la puerta e impulsas la bici y la acomodas en el rincón.

Cuando logré realizar esa hazaña y cerré la puerta, ocurrió lo peor. No sé por qué en todo orden de cosas me pasa ese problema fatal, creo que es mi destino: Cuando estaba estacionando la bici con la bolsa en mis manos, al levantarla, siento el sonido de un golpe; era el cacho de la bici trizando el huevo que tenía que proteger.

Lo demás que ocurrió tuvo el signo de la fatalidad viscosa del huevo que se rompe en un lugar inadecuado: la clara inundando la bolsa verde de plástico, mojando el papel craft en donde venía envuelto el arrollado y mojando a su vez a los otros huevos. La yema también fluyó como sangre amarilla por el fondo de esa bolsa. Subí corriendo, pero con cuidado a la cocina. Pensé en salvar el huevo roto tirándolo a un sartén inmediatamente, pero no...

Ahora escribo este post para calmar mi angustia y comprender mejor mi error en el último momento, al igual que cuando tuve el accidente en La Campana; ambas, metáforas de mi catastrófica vida. Los huevos, cuando vives sólo, se comen en díadas. Al eliminar un huevo, eliminas la dupla. O sea que probablemente el desayuno de mañana sea de tres huevos en vez de dos... O sea que no voy a tener huevos para el desayuno de pasado mañana. Tampoco puedo guardar el huevo huacho para ese desayuno, porque el esfuerzo por freirlo, con el gasto de aceite, gas y sal vuelven absurdo el cocinar un único huevo que al final con suerte te alcanza para media marraqueta. Creo que esta noche será larga; me conformaré con un sandwich de arrollado...

jueves, 26 de agosto de 2010

Viajé por Santiago Norte y Me Duele la Cabeza.

No entiendo por qué me duele la cabeza y estoy cansado. Quizás pensé muy poco hoy día. Necesito un bálsamo de Pedro Aznar o de otro Jazz para que se me pase esta sensación de peso cefálico que tengo...

Me fui a meter a La Pincoya y a los Blocks de Lo Barnechea. Ambos lugares me parecen maravillosos. Por eso no entiendo por qué me duele la cabeza.

La Pincoya... realmente me gusta que las casas estén tan cerca del Cerro Las Canteras. Me gusta esa especie de abrazo que te dan esos cerros verdes por allá. El verdor de fluor es una especie de provocación natural a la ciudad de Santiago. Y la gente allá es distinta; es más política.

Me tomé la 117 por el Camino El Bosque y se fue hacia el oriente, por el sector de Huechuraba. Nunca me había ido por allá. Es un viaje hermoso. Tal vez por esos mismos cerros que te empiezan a rodear.

Llegue a esos blocks que pusieron en Lo Barnechea para darle casa a la gente pobre de los campamentos de Loma 1 y Loma 2. Fue surrealista ver niños jugando una pichanga de calle en un lugar tan al oriente de santiago, con tanto edificio grande y tantas lucas que fluyen por allá. La pichanga en la caye fue como un... otro bálsamo.

Y por qué los Qula tienen temas como el "Canto VII", tan saltarines. Esto no puede ser más que otro bálsamo.

Otro...

La señora de campo era nativa de Lo Barnechea. Me contó que quería irse de ahí porque "casa por medio venden droga". Pensé que era una exageración, pero cuando estaba tomando micro escuché una conversación en donde una mina le decía a otra "Si los tiras lo perisguieron a balazos"...

Que le pasa al mundo, niñas? Serán las plantas a carbón o el paro de la ANEF?

Será que los Rapa Nui también andan movilizados.

Lo peor es que "The Rapa Nui Times"... existe!

No sé, no sé...

Quiero dormir, loko, en serio. Pero igual voy a ponerme algo psicodélico de los Pink Floyd de los 60'.

domingo, 15 de agosto de 2010

Cuatro Días Activos

Hace más o menos 1 mes y medio que llevo participando en el círculo de estudios sobre urbanismo participativo allá en Ciudad Viva. En la última sesión nos invitaron al Encuentro de la Ciudadanía Activa que se realizó desde el jueves hasta hoy domingo en distintos lugares de Santiago.

El jueves la inauguración del encuentro en el Archivo Nacional compitió con el lanzamiento del libro "Cien años de luces y sombras" del ex-presidente Ricardo Lagos Escobar. Asistí a la presentación de diversos grupos y organizaciónes de Santiago, Tomé, Chiloé, Valpo, Valdivia y otras localidades y ciudades. Al terminar, compartimos cueca y un coctel. Me reencontré con don Leonidas Ayala, del taller de ciclismo de Conchalí, con quien trabajé en Abril por Psiconstrucción.

Después de ese vino de honor y los quesitos y conversaciones varias, salí justo en frente al Welén, o Santa Lucía. Los mapuche estaban conmemorando 1 año de la muerte de Jaime Mendoza Collío a los pies de ese cerro, una ceremonia en la que participé ahora, al igual que hace 1 año atrás. Al día siguiente organizaron una marcha más combativa. Hubo 9 detenidos hasta donde supe.

Tomé mi bici que estaba estacionada allá en mi picá de Ahumada y partí para Plaza Brazil a eso de las 22:00, para encontrarme con Daniel de los ex-alumnos del San Ignacio allá frente al Galpón de Victor Jara. Entramos y resulta que esa noche había una fiesta punk! con Los Peores de Chile y Anarkía Tropikal. Mientras conversábamos sobre la cultura alternativa, el poder, Dune y los movimientos barriales de Santiago en el último tiempo, comenzó a sonar la potente música de Los Peores. Nos fuimos tomando 3 latas de cerveza paulatinamente. Mientras le confirmaba a Daniel que me importa un carajo participar de las reuniones del grupito.

Adelante estaban empujándose y pegandose como ocurre en tocatas punk. Me fui a meter allá a ver lo que se sentía. Tu cuerpo es sometido a presiones múltiples en un sitema caótico en donde te empujan, empujas, desvias a un tipo que viene hacia tí, chocas, te cubres, te mandan, te tiran... Pero al final, todos quedamos como amigos dándonos palmaditas en la espalda.

Al día siguiente, a participar de la feria de vida saludable en la plaza Dorsal, allá en la Municipalidad de Conchalí. Conocí a gente de Comunactiva, organización que promueve la activación de la sociedad civil en esa comuna. Estaban ahí algunos chicos del CONACE, en una iniciativa de reinserción de jóvenes rehabitlitados a través del uso de la bicicleta, a cargo de don Leonidas, por supuesto. Me volví por calle Fermín Vivaceta, antiguo barrio industrial y comercial de Independencia. Llegué a Yungay.

En la plaza, frente al Roto Chileno, descansé un rato. Repartí los ejemplares que tenía de "La voz de la Chimba" a algunas señoras que andaban paseando a sus niños en la plaza. Una abuelita me dijo que le gustaba que los jóvenes ayudáramos a la comunidad. Partí para la ARCIS, ex Fundición Libertad, en la calle que lleva el mismo nombre (Libertad, para los lentos).

Tenía un problema con mi lente de contacto derecho. De tanto pestañear doloroso se me salió. Ponérmelo de nuevo fue un suplicio que no resistí, así que eliminé gran parte de mi sentido de la vista antes de entrar a la Comisión de Patrimonio e Identidad adonde me había inscrito. La reunión partió ahí con la Pepa de Ciudad Viva y con la Paz de los Vecinos por Valpo coordinando al grupo, que ahora veía sin detalles; sólo como manchas parlantes muy inteligentes y activas. Habían algunos vecinos de Yungay y otros ciudadanos activos interesados en estas temáticas. Tuvimos una fructífera reunión desde las 5 hasta las 9 de la noche para discutir qué temas proponíamos para la agenda de la ciudadanía activa. Me volví a mi casa en mi bici, sin ver nada, pero lleno de muchas expectativas muy hermosas. Una de ellas, participar de la Escuela-Taller de Oficios Fermín Vivaceta allá en Yungay.

Al día siguiente, sábado, partí tipo 9:00 a la UAHC, allá en Condell, Providencia, al plenario en donde iban a poner en común las conclusiones las 5 comisiones: patrimonio, reciclaje, movilidad, transparencia y gestión participativa. Tuvimos un fructífero encuentro con todos los compañeros ciudadanos que vinieron desde las provincias. El evento fue rematado por una invitación a almorzar a "El Antojo de Gaugin", en Patio Bellavista, cortesía de Ciudad Viva.

En el camíno hacia allá me fuí en Bici con Lake, la directora de la organización, quien me enseñó algunos trucos para andar en bici en la ciudad que no conocía y con quién conversé mientras íbamos cruzando el puente del Arzobispo y por Bellavista. Fue un acto sutil, pero muy significativo.

Tuve que partir volando apenas terminé la comida, pues tenía evaluación allá en Pudahuel Sur. Llegué atrasado y no encontré a nadie... Aunque voy a tener problemas mañana en Microdatos, la no realización de la evaluación me vino como anillo al dedo porque tenía que llegar a la casa de mi mamá en Ciudad Satélite, Maipú. Estaba de cumpleaños y necesitaba de mi ayuda.

Llegué a ayudar en la preparación de los fetuccine con salsa alfredo y las ensaladas de lechuga, tomate y cebolla con balsámico, y el navegao' tradicional, y los ravioli con crema y salsa de tomates, y la ensalada de espinacas con maní y queso parmesano que constituían la cena del cumpleaños. Y yo, que traía ají y pimienta para hacer micheladas...

Me acosté temprano por prudencia y por legítimo cansancio, en el sofá cama del living, mientras los invitados seguían su conversación. Me desperté sólamente para cantar cumpleaños felíz y comer algo de torta de trufa.

Esa noche comí harto, pero al día siguiente, domingo, no sentía ganas de tomar desayuno ni nada. Me fui temprano, a eso de las 9 y tanto a mi casa a dejar el set de la evaluación que nunca hice y partir corriendo a Tengen, allá en Manuel Montt, a buscar los implementos para armar el stand de Go que inscribí para la Fiesta de la Ciudadanía de ese día. Me acompañó Ramón, seleccionado de Chile para el torneo de Corea. Nos fuimos hablando sobre la Quinta Normal y su proyecto de un centro para la difusión de los deportes mentales pensado en ese lugar.

Aunque garugaba, Pío Nono estaba muy frecuentado a eso de las 11. Llegamos adonde los chicos de Ciudad Viva a que nos prestaran mesas y sillas y armamos nuestro pequeño stand en donde pusimos un tablero y enseñábamos go a quienes pasaban por ahí y se interesaban. La Fiesta tenía 3 cuadras separadas en secciones de ciclismo, artesanías, entretenimiento, escenario, organizaciones y otras que no me acuerdo. Nos vino a ayudar Rodolfo de Tengen, pues necesitabamos más gente en el stand.

En la Fiesta me encontré con muchos de los participantes de la agenda de ciudadanía activa y muchas otras personas que no habían participado en las instancias anteriores, pero que tenían stands muy interesantes. Uno de ellos fue el stand de permacultura, en donde me detuve por unos 40 minutos, pues empecé a preguntar sobre ese estilo de vida y las personas que estaban ahí me conversaban y me conversaba y yo preguntaba y preguntaba. Francamente, esta es la iniciativa más integral de estilo de vida que he conocido... se aplica a todo.

Entre otras cosas, apareció un señor Coreano frente al stand de go; me miró y puso su piedra negra en el tablero, provocándome para una partida. Fue interesante. Puedo decir que le gané a un coreano, cuestión que es signo de estatus en el mundo del go.

Se retiraron los chicos de tengen y me acerqué al escenario, en donde estaban premiando a las bicis enchuladas, dando así por terminada la fiesta. Me retiré despidiéndome de todas las grandes personas que conocí en estos cuatro días y aquí estoy, contándoles estas aventuras, muy cansado, pero felíz y contento de haber ayudado al éxito de este evento; pensando en lo que se viene: la fiesta popular del bicentenario, por ejemplo.

jueves, 12 de agosto de 2010

Concierto de Trez-Vella

Paolo, un amigo, me presentó hace un par de meses este tema de Patricio Manns. Hace poco que pude conseguirme el disco completo en donde aparece esta canción. Es el "La muerte no va conmigo" del 1986, disco conjunto con Inti Illimani. A mi parecer, un disco de gran virtuosismo musical ensamblado con la particular lírica de este gran compositor chileno. No está demás saber que Trez-vella es la ciudad en donde Patricio Manns se radicó en Francia. Aquí les dejo este tema del disco que subí integramente a grooveshark. Si alguien se puede conseguir el último disco del Pato Manns, "La Tierra Entera", de Junio de este año, le exijo que lo comparta.


Ya, aquí el tema. Agarrense...





Llegas de memoria construyendo el día,
el día te corta la sangre con fuego,
el fuego te lame la piel adherida,
adherido espero con pulso de ciego,
ciegos no caemos al bosque y al musgo,
el musgo tirita bajo nuestro peso,
el peso de tu ancha soledad me aplasta,
aplasta un vibrante solsticio sin miedo,
ya si miedo miro, te decoro de hombre,
de sueño, de niebla, de sol y sosiego.

Sosiego tu carne trenzando tu boca
con mi boca brusca que finges cautiva,
cautiva tu cuerpo mi substancia amarga,
amarga me tragas de pronto vencida,
vencida en mi pecho tu caudal de mundo,
con mundial cadera me cedes segura
y seguramente me arrancas prodigios,
me arrancas de cuajo la larga andadura
me arrancas de sobra la corteza heóica
la corola, el tallo, el estambre y la altura.

En el vientre claro del verano cantas,
canta una cigarra su cigarrería,
cigarreando herimos la luz concluyente,
concluyo caníbal de almorzar tu vida
mi vida que amarro sobre los cabellos
que bellos combaten la sombra agresiva.

Y agredimos juntos el parco retorno
por la misma senda que huele a ceniza
y así nos guardamos de nuevo en destierro
y en destierro erramos con la terca herida.

Porque estamos tan lejos de
la tierra en que la luz abrí,
la tierra en que la lluvia me regó,
la tierra que te di.

Una paloma muerta me llamó,
una gaviota muerta me gritó,
una calandria muerta me cantó,
una canción atávica voló.

Porque de tierra clara soy,
porque la necesito donde estoy,
porque cada mañana te la doy,
porque la llevo donde voy.

El hombre es un árbol de raíz soleada y cálido temple,
su canto industrioso surgió de la nada al viento terrestre,
su limpio trayecto capaz de memoria maduró con creces
pero como el fruto que el puño desgaja se seca y perece
cual será arrancado de la tierra amada, los hombres se mueren.

Nosotros vagamos a miles de millas,
a siglos rabiosos de un país concreto
por eso se acoso tu boca en Trez-Vella,
en verdad yo beso a mis hermanos muertos,
en verdad entibio la sangre indefensa,
en verdad maldigo a sus sepultureros,
en verdad convoco a los libertadores,
en verdad doy gracias al que está despierto,
en verdad yo beso la espada que mata
y matando acaba con los carniceros.

Recobra conmigo los días terribles,
vuelve de repente de bruces de asalto
únete a mi rabia para hacer dos rabias,
únete a mi cuerda para hacer dos arcos,
cuidemos el árbol crecido en la sangre
porque toda flecha es hija de aquel árbol.

Hagamos un largo collar con los huesos,
los sueños, la espera, el destierro, las manos,
juntemos los mutuos rencores rugentes,
rujamos unidos este abecedario.

Porque estamos tan solos con
la herida en que la luz perdí,
la herida en que la sangre me humilló,
la herida en que morí.

Una paloma muerta me acusó,
una gaviota muerta me negó,
una calandria muerta me olvidó,
una canción atávica gimió.

Pero de tierra clara soy,
porque la llevo donde voy,
porque cada mañana te la doy,
porque la necesito donde estoy.

Una vez que asumas tu convicción,
y sabes quién eres,
una vez que plantas tu corazón,
y sabes quién eres,
una vez que educas tu vocación
y sabes quién eres,
una vez que agrandas tu desazón,
y sabes quién eres,
una vez que mueves tu decepción
y sabes quién eres,
una vez que partas con la ilusión,
y sabes quién eres,
una vez que te hartas de la traición,
y sabes quién eres,
una vez que te armas con la pasión,
y sabes quién eres,
una veces que matas por la verdad,
y sabes quién eres,
una vez que mueres por la unidad,
y sabes quién eres,
una vez que ensanchas la claridad,
y sabes quién eres,
una vez que ilustras tu condición,
y sabes quién eres,
una vez que rompes con la piedad,
y sabes quién eres,
una vez que rasgas la soledad,
y sabes quién eres,
una vez que incendias la oscuridad,
y sabes quién eres,
y dejas de amar tu seguridad,
y sabes quién eres,
puedes combatir al senil rufián
para que sin gloria vuelva al basural
del que se escapó manchando la historia.

Porque estamos seguros que
la muerte que la tierra arrinconó
y de un caudal de muertos inundó
con un cuerno de caza los lloró.

El amor sucumbe si el dolor no integra
su herida crujiente en el pan maduro
y hasta el pan sucumbe si el hombre no entiende
que la vida está hecha de cerebro y puño,
el puño arremete la materia indócil
con fiera inmodela su forma al futuro,
el cerebro poda la idea de aristas,
la labra y la escribe con barro y con humo
y así es que sabemos que el hombre desciende
de un viejo combate y sin hombre no hay mundo.

Apaga esa estrella que espero unos barcos
que suben sonando del sur a mi encuentro
y estrújame soles que hablen de trigales
porque en mi tardanza se agacha otro invierno,
deja que me acueste sobre tu hombro grave,
triza mi memoria con gesto tierno.

Téjeme una espera con bueyes y mares
y volcanes vivos y árboles secretos
y pídele al mapa que te cuente un rumbo
para que podamos morir de regreso.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Dos películas y un libro



En esta entrada me gustaría comentar algo sobre... adivinen, dos películas y un libro.

Vamos con la primera película:



La Teta Asustada es una película peruana. Muy contemplativa por momentos. El paisaje oscila entre un realismo mágico sin tanto barroco y un naturalismo. Las tomas reflejan muy bien lo que le pasa a la protagonista. Terrible, pero esperanzadora.

Vamos con la otra película:



Otra película latinoamericana: La virgen de los Sicarios. A pesar de las no recomendaciones que recibí, me pareció una película excelente. El protagonista es un personaje muy interesante. El hecho de que sea un viejo que regresa a Medellín es como un pretexto para presentar la ciudad. Algo como lo que pasa aquí en Chile con "El Gringuito". Asesinatos y gays no resumen esta película que tiene mucho de existencialismo y de surrealilsmo. Esta la recomiendo.

El libro:


Me gustó esta portada para el libro "Pedro Páramo" de Juan Rulfo. Al terminar de leer este libro le pregunté a algunas personas si lo conocían. A casi todos les sonaba, pero nadie sabía de qué se trataba o si es que habían leído el libro incluso. Un libro de muertos; un libro en donde la muerte se siente paisajística e históricamente. Un libro de espíritus forajidos que rondan por desiertos mejicanos. Con una extraña suceción de "capítulos" de cuya temporalidad en realidad no me quedó ni una idea. El pasado revive en el presente. Es como si el tiempo fuera un vapor, algo así. Un libro oscuro, cansado: cansa leerlo y eso que es cortito.

domingo, 8 de agosto de 2010

"Divertimento"

"me vienen a convidar a arrepentirme,
me vienen a convidar a que no pierda,
mi vienen a convidar a indefinirme,
me vienen a convidar a tanta mierda.

Yo no sé lo que es el destino,
caminando fui lo que fui.
Allá Dios, que será divino.
Yo me muero como viví".

Silvio Rodriguez, "El necio".

Conozco a algunos que se juntan en la Fuente Suiza; beben schops de a medio y disfrutan los espectaculares sandwiches de lomito sin grasa que venden allá.

La Fuente Suiza, Ñuñoa.

Recuerdo cuando en PASA salíamos a ese local a almorzarnos las tardes.

No es uno de los locales con los que me gusta identificarme. Si quieres saber cuál es la picá del Edu en este órden de cosas, me quedo con el Nuria, pero el de Mac Iver.

Considerando que ir a la Fuente Suiza implica un gasto que en general los dos tercios de la población chilena (mayoría absoluta, digamos) probablemente no esté dispuesto a darse en forma cotidiana, sino únicamente como motivo de celebración, me interesó bastante saber qué era lo que motivaba a D. a invitarme formal y económicamente junto a ese grupo de ex-alumnos a ese lugar. "Probablemente sea el placer del Encuentro, el reestablecer vínculos con quien compartiste momentos de franqueza y de cómo te iba en la vida", tendía a pensar. O bien, si hablamos de amigos (en el sentido riguroso que le doy al término), ver cómo vamos acompañándonos y encaminándonos desde nuestra alteridad hacia ese horizonte compartido, aunque sea en forma eventual y no cotidiana.

Lo que me desconcierta de todo esto es llegar allá y darme cuenta que el motivo de la reunión no es ninguna de las anteriores; ni ninguna otra tampoco. Al indagar en el qué nos motiva, me doy cuenta de que la respuesta está en una especie de disfrute brumoso e instantáneo; un baño de espuma, independiente de para donde vayas tú o yo; una especie de paréntesis irrisorio en tu vida cotidiana; algo así como ver Alicia en el País de las Maravillas de Disney con Tim Burton, en donde tomas una historia protosurrealista que enloquece y la transformas en una repetición de la misma lucha entre el bien y el mal aliñada por otras naderías brillosas.

No se me malentienda: no me refiero a un evento que discontinúa tu experiencia biográfica, como una gran sorpresa positiva o negativa y que después tendrás que integrar a tu vida. No, no es eso. Es como una especie de irrupción de un espacio de no-yo; es la llegada a un setting de mirarnos sin vernos y sin mucha trascendencia para ti y menos aún para quienes ponen sus esperanzas en tí. Es hacer salud por que sí y tomar tu schop de a medio, a pesar de que no sabes qué onda, y dices ¡salud! Algo así como darle palmaditas al culo de tu compañero después de consumir soma.

Es como chupar un candy o rascarse la cabeza.

Si además de eso, la esposa de tu "amigo" te invita al departamento nuevo y estilizado de tu "amigo" (uno supone que es amigo y que los demás son tus amigos, aunque no compartan nada), quien además te invita a una tanda de pool en su "sala de juegos", adornada con cuadritos kitsh de mesas de poker con cuasi-Marilyns sentadas con piernas cruzadas y la mesita de vidrio correspondiente...

Y si además de eso...

...




Holden Caulfield, ahora te entiendo...

Pensando en una microempresaria que conocí en Cerro Navia que invertía 5 lucas en la comida de la semana para su hijo; pensando también en lo que motiva a la Mayi a viajar a Mexico; pensando en Victor y en su otra estrella de la esperanza; pensando en mis Amigos, sin comillas y pensando en mí, no que queda más que contener mi horror ante semejante hoyo espiritual.

Bueno, a este tipo de experiencias neodandistas al peo, a la que me convitan por desgracia, me gusta llamarla "divertimento".

Las preguntas del caso: ¿qué mierda están haciendo con sus vidas? ¿Donde están sus cojones, que no pueden sino repetir lo que las sociedad tiránica heredada del estado terrorista les sirve en bandeja de plata? ¿De adonde sacaron esas imágenes re-reproducidas hasta la no-muerte?

¿Y que mierda hago yo aquí pidiéndole peras a los olmos de plástico?