lunes, 30 de marzo de 2009

Hacia Paisajes Sureños - Día 10

Retomo la historia de este viaje...

Otro día en San Martín. Despierto, salgo de la carpa y el día está soleado, con algunas nubes, pero con sol al fin. En el camping, esa mañana, saco una foto notable que no puedo omitir aquí:



El Ushuaiense está ansioso por partir y sólo quiere que su auto esté reparado. Le propongo acompañarlo al sur, hacia Bariloche. Acepta con gusto (supongo..).

Las chicas y chicos mochileros se tienen que ir. Los acompaño al terminal de los omnibus. En la espera del bus, compartimos el mate de la despedida. Un perro raro me miró.



Abrazos y besos... No sabía que los hombres argentinos se despedían de beso en la mejilla. Fue extraño...

Al salir del terminal fui a recorrer el centro. El sol me mostró un San Martín más brillante y colorido.





Un gaucho y su señora me pidieron un par de pesos, supuestamente, para comprar pasaje a Junín.



Escuché música Irlandesa, sonando a lo lejos. Como perro encantado por el saxofonista de Hamelin, fui inmediatamente hacia la música que hace años que me cautiva. Me quedé en la esquina de la calle en donde tocaba este trío.


Trizendart, se llaman, y son oriundos de San Martín. Conversé con ellos y los invité a Chile a que conocieran las bandas celtas de allá, (como por ejemplo, los Danzante). Música celta con un dejo intimista, a mi parecer. Les compré un CD que ahora escucho mientras practico algunos golpes de wu shu...

Tarde de Cortazar en el camping, como cuando estuve en Purto Fuy. Estaba terminando el Final del Juego.

De repente, sorpresa: Llega mi amigo de Ushuaia arriba de su auto. "Che, subíte arriba que vamos al lago!" Nos fuimos como a las 7 hacia el Lago Lolog.

Cruzamos un puente de palitos que sonaba mucho y que te daba la impresión de que podía derumbarse mientras ibas en el auto recién reparado y te caías por el acantilado y se acabó la aventura, cosa que no pasó. Llegamos a ver el atardecer en el solitario y hermoso lago.



Ushuaiense me volvió a pedir que fuera su fotógrafo y que le sacara fotos-postales que viajarían por internet a un país lejano y frío...

A la vuelta, mi amigo rompió su voto de ayuno que había durado unos 3 días (!) y fuimos a comer una parrillada como la hacen allá: Para empezar, berenjenas en escabeche de entrada (!, para los chilenos). Pedí una cerveza artesanal: Lacar Ambar Ale. Llegó la parrillada, con acompañamiento de puré de calabaza (como nuestro zapallo, pero más amarillo y menos naranjo). Lo notable: los chinchulines (chunchules para los chilenos)y la murcilla (prieta), que la hacen sin cebolla; pura sangre... sabrosísima! Me comprometí a comerme los interiores porque mi amigo todavía estaba mal del estómago.



No nos fuimos ese día por un error mío: dejé revelando un rollo y se me olvidó pasarlo a buscar. La partida quedó para el día siguiente, tempranito.

domingo, 29 de marzo de 2009

Noche Multiétnica-Espiritual en el Ainil.




Viernes en la noche, en el Centro cultural Ainil.

Llego a las 7, en medio de un documental sobre los Indios Shipibo, que habitan la amazonia peruana. Tejen unas mantas con unos patrones de líneas que algunas mujeres pueden interpretar como si fueran partituras y cantar sus tejidos. Con eso partimos.

Después, sesión de meditación con los siete chakras. Echaba de menos eso de los tiempos en que hacía los ejercicios tántricos en el centro Sangye Menkang.

Tercero, dos niñas mapuches cantando y tocando sus melodías. Una de ellas en particular me gustó mucho (una canción, no?)

Después apareció el chamán peruano. Chamán rockero, por su vestimenta y por algo en su forma de hablar. Interesante su presentación del ayahuasca. No tenía idea que habían distintos tipos de ayahuasca. Dijo que el ayahuasca negra era la hija del tigre negro, y que te agarraba fuerte... Escuchamos sus canciones con los ojos cerrados y pregunté por qué los "revolucionarios", según lo que había dicho, no tenían visiones...

Percusión afro... frenéticos temas de 15 minutos con mujeres que bailaban con igual frenesí.

Conocí a un chico español, humanista y malabarista. Saludos por si lees esto.

Danza contemporánea, con un tema de Radiohead. Interesante, considerando que esa misma noche era el recital de Radiohead en Chile.

Para los intermedios, unos tacos vegetarianos, que no recuerdo como se llamaban, más borgoña. Barato y rico.

Luego, presentaciones de un pintor que meditaba antes de hacer sus cuadros y hacía mandalas, y otras obras místicas.

Seguimos con otra meditación, esta vez, con instrumentos musicales de distintas culturas. El que tocó el singing bowl lo hizo muy bien!

Y para terminar... Más música afro all nite long! Partí a mi casa lleno de experiencias especiales, no?

jueves, 26 de marzo de 2009

Noche de Go



Ahora, que soy miembro oficial del Club de Go Tengen, me llevé un tablero a mi casa anoche, después de dos partidas contra mi hermano. Me había comprado las piedras en el Assimarket hace unas semanas.

Nos compramos un par de cervezas: escudo y brahma porter, nos hicimos unos tallarines con salsa alfredo y nos pusimos a jugar, comentando todo viendo cuál es la mejor jugada que podíamos hacer en cada momento. Dispuse el living con dos de nuestros sofás bajos enfrentándose y al medio una mesita de centro en donde apoyamos el tablero. Me hizo recordar un setting de maestros de go que vi en Hikaru no go Las chelas animaron la conversa. No sé si me obnubilaron mi inteligencia lúdica, o bien me hicieron ver posibilidades que antes no veía. No encontré el CD de los Akatombo para acompañarnos; venía de perillas. En el club estaban haciendo tai-chi aparte del go, y la música china también se acoplaba bien, a pesar de que algunos prefieran un metal para las partidas.

Josefina y Carlota hacían sus aportes al juego, moviendo y capturando piedras de acuerdo a sus propias reglas gatunas.

domingo, 22 de marzo de 2009

In da flow

Han pasado muchas cosas ultimamente, para variar. Estas cosas las he postergado para poder contar mi historia de este verano, pero creo que ahora prefiero seguir con lo que está aquí y ahora, con el día a día, y recuperar mi presente fluido.

"Entonces,
aquí me tienen,
con la cabeza bien alta
y el mundo bajo mis pies."

Nach - 2003

miércoles, 18 de marzo de 2009

Excurso - Backround emocional

Estoy convencido de que siempre que tomas conciencia de tí, lo haces desde un estado emocional basal que está antes de que tomes conciencia. Siguiendo a Echeverría y su ontología del lenguaje, la emoción siempre antecede a tomar conciencia de la emoción. En general nosotros operamos y vivimos en el mundo sin darnos cuenta de ese "clima emocional" que nos va dirigiendo hacia ciertas disposiciones.

Estoy convencido tambien de que ciertos estímulos van alterando este fondo emocional sin que necesariamente nos demos cuenta. La música es el ejemplo más evidente para mi. En la mañana me dio por poner a Satriani y su guitarra metalera-progresiva-virtuosa mientras iba en la micro a la pega. Iba pensando en la reunión que tenía, pero se me ocurrían puras metáforas de la mitología germana antigua, del Ragnarok y las grandes batallas y cosas por el estilo. Cuando llegué a la pega, le di la mano a un colega y le azoté el codo en la mesa. Como que tenía mucho rock en el cuerpo.

martes, 17 de marzo de 2009

Hacia Paisajes Sureños - Día 9

Jueves 17 de Febrero.

Llovizna de mañana. Abro la carpa y todo está gris y ventoso. Ideal para tomarme uno de mis cafés Ecco (que es cebada, no café). Un niño pasa vendiendo tortafritas. Le digo que soy chileno y que no sé lo que es eso. "Sopaipillas" me dice... Afuera, abajo de un árbol grande, protegido de la lluvia, un hombre que me saluda. Conversamos. Argentino, por supuesto.

Me contó que venía de Ushuaia y había hecho un tour hasta Mar del Plata y que estaba volviendo. Su auto capotó en San Martín y estaba varado hace una semana. Para más remate, se enfermó del estómago y no había comido nada hace 2 días. Al principio no le creí, argumentando que no tenía pinta de yogui hindú, pero después me di cuenta de que era verdad. No comía; sólo tomaba aguitas y tés.

Nos llovía en San Martín. Me acordé de la capa-fantasma que me compré en Panguipulli a CL$1500. La verdad es que me sentía ridículo disfrazado de fantasma azul marino en una ciudad que no conocía, así que llevé la capa bajo el hombro, por si la lluvia se ponía peluda y salí a caminar. Quería buscar un cajero. Si podía llamar a los refuerzos, me cambiaba todo el panorama de lo que podía gastar allá.

Ahí conocí un poco más de esta hermosa y silvestremente pomposa ciudad llena de chocolaterías, salones de tés, lugares de parrilladas, tiendas de deportes de montaña y edificios preparados para la nieve.



Pude sacar plata de un cajero que me habló. Todavía me costaba sabert lo que eran 10 pesos argentinos y saber si me estaban cagando con las cosas que me vendían o no.

A mediodía fui a almorzar a la proveeduría del camping. "Milanesa con Fritas". Se apareció el Ushuaiense y me acompañó. La Milanesa habrá tenido 50 cms de largo por 15 de ancho. Mídanla por favor. El Ushuaiense me decía que me envidiaba, pero siguió con su martirio de observar como me la comía.

Terminado el almuerzo, caminamos hata el otro extremo de la ciudad, adonde esta el lago Lacar y el puerto. Frío y ventoso.



Al final terminé destruyendo mi capa-fantasma por ridícula. Me quería comprar una campera (parka), aunque fuera una inversión a largo plazo, pensando en el invierno chileno. Como podía sacar plata, podía darme ese lujito.

Entrenando la vista para juzgar precios, y conversando con los mochileros me di cuenta que estaba carísimo en todas y cada una de las tiendas que ví. La campera podía esperar. Pasé a uno de los cafés y me pedí un pie de limon, que resultó ser enorme!



En la noche los chicos querían hacer un asado e invitar a Fede, un amigo que conocieron en Junín. El amigo de Ushuaia se fue a acostar a su carpa vecina, sin comer.



Asado de vacío... Acompañado de birras (chelas) y batatas (camotes) envueltas en papel de aluminio.



Fede se parece a Chinoy y se lo hice saber. Me saqué una foto con él. Conversamos acerca de mitología chilota (Fito nació allá), el complot de los mormones con los testigos de jehova, y cómo neutralizarlos.

jueves, 12 de marzo de 2009

Hacia Paisajes Sureños - Día 8

Despierto a las 7 con mi celular. Que noche!! No dormí nada. Un propósito: Salir de Fuy pronto. Cielo cubierto con amenazas de lluvia.

Desarmo mi carpa mojada mientras los chicos todavía estan gritando y hablando. Parece que no durmieron. Lamentablemente es la segunda vez que desarmo mi carpa y me demoré más de la hora presupuestada. Vi zarpar el transfer con resignación...

Estaba levantando mi carpa cuando se me aparece Golum. Ya no me resultaba muy simpático. Le ofrecí el último sandwich con jamonada que me quedaba y cafecito Ecco y le dije: "Le doy este desayuno y es lo último que le puedo dar". - "No hay problema, caballero".

Nos despedimos en la cafetería del puerto y saqué "Final del Juego" para leer un rato. Estaba sentado afuera con el cielo gris. Me pedí un pastelillo a $450 con café express. Las avispas me molestaban...

Llegaron 4 argentinos, 2 chicos, 2 chicas, mochileros todos. Querían saber cuando partía el transfer... A las 2. Ya llebaba esperando mis 2 horas cuando llegaron ellos. Conversamos la espera. Uno de ellos se llamaba Fito. Me mostró el recorrido que hicieron por los 7 lagos argentinos y su pasada por Pucon, Lican Ray, Panguipulli y Neltume. El transfer llego a las 1; embarcamos minutos antes de las 2.




Dejamos las mochilas en una esquina y zarpamos. El paisaje de cerros altos que se precipitan al lago era fascinante. Las nubes blancas coronaban los cerros verdes. Curvas. Me engolosé durante los 30 kms de lago sacando fotos paisajistas y experimentales al agua. Me di cuenta que el agua refleja el estado emocional del viento. Por ejemplo, aquí el viento está tierno.



Aquí está enojado.



Aquí está simpático.



Saqué esta foto, que se volvió una de mis preferidas.



Seguía conversando con los chicos argentinos; con Fito, Andrés, Laura y Sol, que a veces despertaba. Conversé también con un orientador Santiaguino y le conté del proyecto PASA. Además, conversamos de las injusticias con los mapuches y la deuda indígena de Chile para el bicentenario que denunciaba Amnistía.

Llegamos a Puerto Pirihueico, la otra orilla, a las 3. Sabía que mi situación era crítica ahora. Tenía que encontrar a alguien que me llevara a la Aduana Chilena y tenía poco tiempo. Si no lo lograba tenía que caminar los 16 kms o esperar el otro transfer de las 6. Me despedí de los chicos trasandinos y fui a buscar transporte. Como era sólo 1 iba a ser más fácil.

Mala suerte. Cuando vuelvo donde los chicos los encontré apretujados atrás de una camioneta de carabineros. Laura me gritó: "Vós te venís con nosotros!". Así que partimos asardinados e inmóviles entre mochilas y cuerpos hacia la frontera.



Aduana chilena: advertencia del tipo del SAG: "Sólo les pido que no traigan cosas que destruyan nuestro ecosistema, chicos". Seguimos el camino por esa extraña tierra entre aduanas en donde Chile no es tan Chile y Argentina no es tan Argentina, ese espacio límbico de camino silvestre y más amenazas de lluvia que me tocó recorrer en el paso Hua Hum. Un arco oriental, tipo japonés mostraba la frontera.

Llegamos a la aduana argentina. El próximo colectivo (bus) partía a las 8 hacia San Martín. Eran las 4 y tanto. En esa espera conversé mucho con los chicos y las chicas y aprendí algo de idioma argentino y cultura argentina para principiantes.



Me di cuenta de la gran diferencia cultural que hay entre nosotros. Ejemplos? Si ves que venden dulces, no te esperes repostería, esperate mermeladas; los encargados de la frontera son los gendarmes, que no son carceleros, sino una especie de policía rural; ellos no envuelven con papel kraft, envuelven con papel madera, que es lo mismo, pero distinto... También compartí unos mates con ellos y conocí algo de su tradición matera. El mate como encuentro social. Desde entonces dieron ganas de importar esa tradición a mi país.

Llegamos a San Martín en la noche. El camino era angosto, de gravilla. Bordeaba el lago Lacar (en mapudungún significa: lugar de precipicios, o lugar de peligros, o lugar que da miedo según tres versiones distintas). Cuando el bus dio la gran curva descendente hacia el vallecito en donde se asienta San Martin, me empezó un cierto tipo de ansiedad alienígena. Quizás me daba cuenta que eramos muy distintos y que las cosas que yo daba por supuesto no eran así. Sea como fuere, llegamos a un camping full equip.

Después de un descansito, acompañé a las chicas a un locutorio (centro de llamados). Me contacté con "Maneca" y con "JP". Al volver, comimos unas pizzas riquísimas con un queso fundido de un sabor que te inundaba sutilmente el paladar, una masa como al dente... lo mejor es que eran 4 pizzas. Acompañados de unas cervezas, apagamos la noche contentos.

sábado, 7 de marzo de 2009

Hacia Paisajes Sureños - Día 7

Martes 17 de Febrero:

Despierto en Pangui. Me tengo que despedir de mi compañera porque parto hacia Puerto Fuy a las 10 de la mañana. En el terminal fue nuestra despedida.



El bus partió por entre caminos serpenteantes entre cerros verdes hacia el sureste. Muchos cerros verdes, verdes y cerca del camino. Pasamos por Choshuenco y Neltume, dos pueblitos del sector. Llegué al puerto a las 1. El Transfer estaba dejando los vehículos que traía del otro lado del lago.



El lago Pirihueico es largo y angosto. Tiene 3 playas solamente y puros cerros altos lo rodean. Fui a preguntar por camping. Willy, el cuidador, me cobró 3 lukas. Estaba solo ahora y de mi dependía hacer todo para dormir y comer.

Busqué un buen lugar y estaba haciendo mi carpa (estrenándola en serio) cuando llegó un viejo que había visto cuando bajé del bus. Describo: gorra y parka rojo ladrillo, larga barba de ermitaño, mirada profunda y alegre (me recordó a Osho al principio), silencioso, de comentarios cortos. Lo invité a un café Ecco, el primero que hacía en mi cocinilla de Meigg y el jarrito enlozado de Pangui.

No había almorzado. Me acompañó a almorzar el viejo del puerto y lo invité a una cazuela. No me complicó ser generoso con ese semi-desconocido. Es parte de la cultura de los viajeros...

Me invitó a conocer el caserío que es puerto Fuy. Un almacen caro, un hotel, una cafetería al lado del lago y un par de lugares para comprar pan amasado... lo demás puras casitas.

Me estaba como cansando de mi anfitrión. Me fui a leer a Cortazar en mi carpa y dormí un poco.

Iba a disponerme a caminar por el sendero hacia el bosque que rodea el lago, cuando se apareció el viejo. Pasó de transformase de Osho en un personaje como Gollum. Fuimos por unos senderos hermosos con caballos, riachuelos y precipicios. Recogimos leña a la vuelta.



Otro cafecito, ahora acompañado de pan con jamonada. El viejo fue invitado a tomar chela por no sé quien. No apareció más ese día.

Me había fijado que en la tarde llegaron unos chicos a acampar cerca mío. Adolescentes, de liceo, unos 8 entre hombres y mujeres. Me invitaron a una fogata.

Aquí fue cuando la cosa se empezó a poner color de hormiga. Empezamos a conversar de los pokemones en Santiago. Les pregunté si eran pokemones. "No, aquí somos toos flaitongos". Me dijo uno. Me contó que tenía un primo en Stgo, en La Legua, que era traficante y que le quería regalar una pistola para que "diera sus luces" en el sur. Me mostró su cuchilla y me dijo que había que estar preparado porque ellos eran de Neltume, y estaban en Pto Fuy, territorio de bandas Rivales. "Cuidado con que te encuentres con los Barracos" - "Quienes son los Barracos?" - "Son los más toscos de por aquí"...

Me invitaron a un ron. No tomé. Después de insistencias, accedí a un sorbo por cortesía. Me preguntaron -"No tiene miedo de venir a acampar sólo a Puerto Fuy?" - "Después de lo que me han contado, claro que me da miedo...". Me contaron para terminar que habían grupos que iban pidiendo plata a los acampantes y que si no les dabas, te las veías negras.

Me volví a la carpa prematuramente. Esa noche escuché peleas, gritos de mujeres. Vi luces y discusiones de un extremo a otro. Una de las niñas se puso a llorar. Apenas dormí.

Hacia Paisajes Sureños - Día 6

Lunes 16 de Febrero.

Parte una nueva semana y un nuevo día. Arreglo mis cosas porque me voy a Panguipulli. La Mayi me quiere acompañar. Buena cosa.

Desayuno de campeones del camino: huevo con queso con tortillas recién horneadas, y una empanada de pino. Después de tener mi mochila y mi estomago preparados, me despido de los tíos y me voy con Mayi, caminando, hacia Coñaripe.

Hay dos caminos: la carretera y el borde del lago. Elegimos irnos por el lago. Caminamos entre dunas de piedrechillas volcánicas de colores: rojo ladrillo, negro ladrillo, o blanco ladrillo. Vimos a muchos papás rubios con sus niños rubios jugando en las playas públicas, pero que parecen privadas del borde del Kalafken.

Llegamos a una iglesia sin paredes...



Supimos que ahí fue arrasado el antiguo pueblo de Coñaripe por la lava...



Esperamos un bus o un furgón que nos iría a llevar a Pangui. Por suerte fue un bus grande; eramos muchos los que ibamos allá.

En el camino la Mayi me mostró una represa. Cuando la construyeron expulsaron a sus abuelos de esas tierras que les pertenecían. Otra de las injusticias silenciosas que se pueden ver a lo largo de este país.

Sesión de llamadas. Contacto clave: La hermana de Mi., que vive en Pangui y nos podía asistir sobre donde conseguir lo que necesitábamos. Al llegar al terminal, la contactamos con su chico. Lindo encuentro.

Fuimos a un lugar espectactular. Practicamente un hotel por $14k para 2 personas. Dejé mi pesada mochila y partimos a buscar provisiones: cubiertos, un jarrito metálico enlozado (estética retro-UP, verde, de los que se pueden poner al fuego; si se caen se les va rompiendo el enlozado de a poco, captan?), una brújula y comidas.



El día estaba cubierto, blanqueado. El lago Panguipulli y la ciudad con sus montículos y caminos que suben y bajan (poquito, no como Valpo) me gustó mucho. Pasamos por el Monumento a los Fundadores: Misioneros, mapuches y colonos.



Al lado estaba la feria costumbrista. Una mujer, con rasgos alemanes, ofrecía Reiki y Champi. Me hice una sesión de lo último. Fue muy relajante.

Choripan de Jabalí??? A $500. Más angosto que el normal, pero fuerte, como comerse un costillar de cerdo.

Y para terminar en la noche, la celebración del aniversario en un escenario flotante en el lago. Invitaron a una humorista chilota que contaba chistes picarescos... Que noche!

miércoles, 4 de marzo de 2009

Hacia Paisajes Sureños - Día 5

Domingo 15 de Febrero

La Mayi y varios gallos cacareándome a 1 metro me despertaron a las 6 de la mañana. Rocío en la carpa. Urgidos porque no tenía "permiso de residencia" en el campo de sus tíos. La carpa quedó secándose como un vil calzoncillo al aire.



Al estar afuera, descubrí ese paisaje de Traitraico que se quedó conmigo



Ayudo a la tía a tapar los pasteles de choclo. Me da uno. Lo más rico. Veo las empanadas. La Mayi... con las humitas.

Paseo por la quinta de los tíos. Me como una manzana orgánica. Los animales me rodean. Gallinas, chanchos y papás y mamás gansos con sus gansitos en fila india. Después llegarán los bueyes a cargar la avena segada para trillarla.




Mediodía. Nos vamos todos en el furgón. Nos quedamos con la Mayi en Pucura... una vez más. Los papás se van a vender a otros lugares. El viento empezó de a poco, hasta convertirse en un cuasi-huracán que nos volaba las tapas de las neveras de plumavit en donde llevabamos la rica comía.

Después nos cayó la lluvia. Igual que con el viento, de a poquito. Por suerte tenía mi manta-frazada-poncho para taparnos las patitas mientras las hawayanas esperaban mojadas a un lado. Las ventas bajaron con la lluvia. Papás de mayi al rescate!

En la tarde me esperaban con asado los ya avisados tíos. Ya no estaba prófugo. El tío: conversa y conversa y conversa y conversa... y vino y vino y vino y vino... y carne y papas. Nos escapamos con la Mayi adonde sus papás. Dije que quería ir al baño. Nunca más entré a esa casa. Mal agradecido... quizás, pero salvo del vino que me ofrecían por galones y del asedio amistoso de "El Tío".

Esa noche fue linda en la realidad, pero en el mundo de los sueños fue terrible. Tuve 3 pesadillas.