domingo, 10 de enero de 2010

Los pasos que abren caminos.

Cuando chico era autista. Quiero decir que cuando todos estaban celebrando el cumpleaños de mi tía X, yo estaba jugando en el patio, corriendo y subiendome a los lugares altos.

Probablemente eso hizo que hoy en día, a sabiendas de lo que va pasando, en términos generales (leo noticias, escucho opiniones, converso, etc), muchas veces siga con ganas de hacer lo que yo quiero hacer, aunque muchas veces me digan que voy contra la corriente.

Es una actiud que ya se volvió espontánea en mi: la actitud de no sentirme atado por cosas que para mucha gente es la única posibilidad de ser.

Entonces, mis pasos van haciendo nuevos caminos, aunque a algunos (especialmente algunas) no comprendan el sentido de esos pasos. Pa' allá voy no más.

Y esos pasos son decisiones que tomo, día a día. Voy bailando con las contingencias que se me ponen en frente y a mi nadie me viene a decir cómo tengo yo que bailar mi rumba. Me lo pueden decir y pueden bailar conmigo, pero mi ritmo ha sonado por más tiempo, y finalmente son los tambores de mi corazón los que van a ir marcando el ritmo, y es la brújula de mi corazón la que va marcando los nortes.

Eso no significa que no esté dispuesto a improvisar y a seguir tu ritmo, acompañante felíz. Pero confío tanto en mi voz interior que, en general, voy sabiendo solito adonde tengo que ir.

Entonces, si quieres acompañarme, feliz yo y felíz tú si hacemos que nuestros pasos vayan juntos por un tiempo. Si tú estuviste ahí conmigo y hubo sonrisas y hubo pasión y hubo... qué se yo, probablemente quiera volver a ti. Pero volver como el ave libre que llega volando con esperanza, y no como ave enjaulada que está obligada a quedarse.

Así que A LA VIDA NOMAS!

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